Desde el 23 de septiembre, más de 100.500 personas han huido desde Karabaj y cruzado las fronteras hasta llegar a Armenia. Entre los recién llegados, hay una gran mayoría de personas mayores, mujeres embarazadas, recién nacidos, niños y niñas que necesitan protección y ayuda. Vamos a poner en contexto esta situación y a explicar las necesidades de esta población.
Aunque haya un alto al fuego, miles de personas han huido hasta Armenia para encontrar un lugar seguro. Los refugiados llegan principalmente en autobuses y vehículos particulares, lo que ha provocado un elevado tráfico hasta las fronteras armenias.
La mayoría de los que están huyendo son personas vulnerables como niños, niñas, ancianos, mujeres embarazadas y recién nacidos. Hasta ahora se ha contabilizado la llegada de 100.514 personas, mientras siguen llegando nuevos refugiados a través de la frontera. Los menores y adolescentes constituyen el 31% de los recién llegados registrados, los adultos el 50% y los ancianos, el 18%.
En esta fotografía vemos a Sergey, de 58 años, y su esposa Lilit, de 42 que llegaron a la ciudad fronteriza de Goris, en el sudeste de Armenia, con sus nueve hijos, de los cuales el más pequeño sólo tiene 6 meses.
Se espera que la provincia de Syunik acoja al mayor número de refugiados. 86.000 personas han sido registradas en los centros de registro gubernamentales de Goris y Vayk. Además de estos centros, el gobierno está creando 63 puestos de registro en las 10 provincias armenias.
Las comunidades de acogida han abierto generosamente sus puertas y dado cobijo a muchos recién llegados. Hasta ahora, el Gobierno ha proporcionado alojamiento temporal a 45.516 personas en hoteles, escuelas y casas sociales, y ha anunciado un paquete de ayuda financiera a los refugiados que llegan a Armenia, así como un programa de 6 meses de subsidios de alquiler y para gastos de servicios públicos.
"Más de 100.000 refugiados han llegado ya a Armenia procedentes de Karabaj. Muchos están hambrientos, agotados y necesitan ayuda inmediata. ACNUR y otros socios humanitarios están intensificando su apoyo a las autoridades armenias, pero la ayuda internacional es muy urgente".
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
La mayoría de las personas que han huido son vulnerables y llegan exhaustas y hambrientas, por lo que necesitan refugio, protección y apoyo. Con un número limitado de alojamientos disponibles y la probabilidad de que lleguen muchos más, se necesitan urgentemente refugios de emergencia, ropa de abrigo y otros artículos no alimentarios esenciales.
En los centros de registro, los recién llegados pueden acceder a apoyo psicosocial inmediato, refrigerios, zonas de juego para niños e información sobre alojamiento y otras ayudas.
"La gente está cansada. Cuando llegan, están llenos de ansiedad, tienen miedo, están asustados y quieren respuestas sobre lo que va a pasar a continuación".
Kavita Belani, Representante del ACNUR en Armenia.
ACNUR lleva presente en Armenia desde hace 30 años en los que ha apoyado al Gobierno para lograr conjuntamente avances en materia de reformas legislativas, establecimiento de procedimientos de asilo, integración de las poblaciones desplazadas y actividades de respuesta humanitaria.
A mediados de 2023, Armenia acogía a 34.768 refugiados, 531 apátridas y 655 solicitantes de asilo procedentes principalmente de Irak, Irán y Ucrania, en total 35.954 personas. La mayoría de los refugiados fueron desplazados a causa de la crisis que duró décadas y residen en el territorio de Armenia.
Ante esta emergencia, ACNUR está movilizando más ayuda y coordinándose con el gobierno local y sus socios para responder a las crecientes necesidades. El 30 de septiembre llegó a Armenia el primero de los 16 camiones con ayuda humanitaria de ACNUR, que incluía mantas, colchones, camas plegables, almohadas, ropa de cama y artículos de higiene, que se distribuirán en las zonas fronterizas. Quince camiones más están de camino a Armenia transportando artículos básicos de socorro y está previsto que lleguen esta semana. ACNUR y las autoridades locales distribuirán conjuntamente la ayuda humanitaria a los necesitados.
En esta fotografía vemos a Karen, de 37 años, su esposa Oksanna, de 38, y su hija Mary, de un año, hablando con Arevig, miembro del personal del ACNUR, en la ciudad de Goris, al sur de Armenia,
ACNUR ha instalado una tienda en Goris en la que ofrece asesoramiento en materia de protección y comparte información con los recién llegados sobre alojamiento y otros servicios disponibles.
Además, ACNUR sigue identificando a las personas con necesidades específicas para derivarlas a los servicios adecuados. Se ha movilizado a un equipo de protección para ayudar al gobierno a cartografiar la situación en materia de vivienda de los recién llegados para saber dónde se alojan (refugios, familias de acogida, viviendas de propiedad privada).
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