Inundaciones en Sudán del Sur: la emergencia climática agrava la situación humanitaria

La emergencia en Sudán del Sur atraviesa un momento crítico. Además de la amenaza climática, Sudán del Sur sufre las consecuencias del conflicto prolongado, de la pandemia de COVID-19 y del hambre. El impacto de las últimas inundaciones en una de las naciones más pobres del mundo es enorme y devastador. Muchas familias han perdido sus tierras de cultivo y el ganado, y con ellos sus medios de vida. Además, las fuertes lluvias han dejado sin hogar a miles de personas que necesitan refugio urgentemente.

En el estado del Alto Nilo muchas familias han caminado durante varias jornadas y han llegado a la ciudad de Malakal exhaustos y hambrientos. Algunos llevan varios días sin comer. Además, la falta de acceso a agua potable y saneamiento dispara el riesgo de contraer infecciones y enfermedades mortales.

A pesar de las inundaciones, muchas familias continúan viviendo en las zonas afectadas en el estado de Jonglei. Como se aprecia en la foto, algunas han construido andamios improvisados, donde almacenan alimentos y otros artículos perecederos.

Se trata de las peores inundaciones en décadas y afectan principalmente a cuatro estados del país. En algunas zonas, no se habían producido inundaciones de esta magnitud desde 1962. Otras, sin embargo, llevan años sufriéndolas, y su capacidad para reponerse de los desastres naturales va mermando con el tiempo. Es necesario un esfuerzo conjunto para ayudar a las familias a adaptarse a los efectos devastadores del cambio climático.

En el condado de Rubkona, las lluvias torrenciales han inundado pueblos enteros, obligando a las comunidades a trasladarse a terrenos más altos y dificultando las labores de ayuda humanitaria. En la foto, equipos de ACNUR y trabajadores humanitarios intentan llegar a las comunidades afectadas que han quedado aisladas en este condado.

Todas las partes del mundo sufren las consecuencias de la crisis climática, pero en África Oriental su impacto es aún mayor. El cambio climático amenaza los medios de vida de las personas que viven en esta zona del planeta y dificulta el acceso al agua y a alimento.

Ciclones, sequías persistentes, lluvias torrenciales, huracanes u otros fenómenos meteorológicos extremos obligan cada año a millones de personas a dejarlo todo atrás. 30,7 millones de personas en el mundo tuvieron que abandonar sus hogares en 2020 debido a los desastres naturales. Muchos de ellos ya huyen de guerras y conflictos. El cambio climático está multiplicando las amenazas para la población más vulnerable del mundo.

En la foto, familias de Bunj, en el estado del Alto Nilo, intentan caminar por el agua con sus pertenencias a cuestas después de tener que huir de sus hogares por las últimas inundaciones en Sudán del Sur.

ACNUR ya ha alertado de los riesgos del cambio climático para los refugiados, los desplazados internos y las comunidades de acogida.

En el Comité español de ACNUR queremos presentar en la COP 26 (Cumbre del Clima) 500.000 firmas para que los gobiernos actúen contra el cambio climático, ya que no solo es una de las principales causas de desplazamiento forzado de personas en la actualidad, sino que, además, afecta especialmente a las que ya están desplazadas. Con tu firma, estás alzando la voz a favor de los desplazados que sufren las consecuencias de la crisis climática.