La violencia en Myanmar obliga a 150.000 refugiados rohingya a huir La violencia en Myanmar obliga a 150.000 refugiados rohingya a huir

La violencia en Myanmar obliga a 150.000 refugiados rohingya a huir

14 de julio, 2025

Tiempo de lectura: 4 minutos

Comparte

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha alertado sobre el grave deterioro de las condiciones humanitarias en los campos de personas refugiadas de Cox’s Bazar, en Bangladesh, tras la llegada de aproximadamente 150.000 refugiados rohingya en los últimos 18 meses.

La violencia y la persecución en el estado de Rakáin, así como el conflicto en curso en Myanmar (Birmania), han obligado a miles de personas a buscar refugio en Bangladesh. La llegada de estos 150.000 refugiados rohingya es la mayor desde 2017, cuando unas 750.000 personas huyeron de la violencia mortal en su estado natal, Rakáin.

Campos de refugiados saturados

En Cox's Bazar, los recién llegados se unen a casi un millón de refugiados rohingya que viven actualmente en condiciones extremadamente precarias en campos superpoblados, que apenas ocupan 24 kilómetros cuadrados, lo que los convierte en uno de los lugares más densamente poblados del planeta. Alrededor del 78% de los refugiados son mujeres y niños, y el 10% son personas con necesidades específicas (incluidas personas con discapacidad, familias monoparentales y menores no acompañados y separados de sus familias).

ACNUR informó que hasta finales de junio se había identificado biométricamente a 121.000 de los nuevos refugiados, y se cree que residen muchos más de manera informal en estos campos de refugiados saturados. La mayoría de los recién llegados son mujeres y niños. La identificación biométrica ha permitido que los refugiados accedan a servicios básicos como alimentación, atención médica, educación y artículos de primera necesidad, proporcionados tanto por ACNUR como por sus socios humanitarios.

Recortes en la financiación

A pesar de la ayuda que se les está brindando, ACNUR advierte de que los recursos disponibles están al borde del colapso. La grave falta de financiación amenaza incluso la prestación de asistencia más básica en el campo. Debido a las leyes y políticas gubernamentales restrictivas, los refugiados tienen prohibido realizar actividades remuneradas, salvo el trabajo voluntario en programas humanitarios, por el cual reciben incentivos predeterminados. Esto significa que, si finaliza la asistencia humanitaria, los refugiados rohingya no tendrán medios formales para obtener ingresos que les permitan mantenerse a sí mismos o a sus familias.

La agencia también informó que, a menos que se aseguren fondos adicionales, los servicios de salud se verán gravemente afectados para septiembre y el combustible esencial para cocinar se agotará por completo. Para diciembre, la asistencia alimentaria finalizará. Por otro lado, la educación de unos 230.000 niños y niñas, incluidos 63.000 recién llegados, corre el riesgo de ser interrumpida.

Un llamamiento a la solidaridad

Esta escasez de recursos está generando desesperación entre las personas refugiadas, algunas de las cuales están optando por emprender peligrosos viajes por mar en busca de seguridad y una vida más digna en otros países.

La frontera entre Bangladesh y Myanmar sigue oficialmente cerrada y bajo vigilancia de la Guardia Fronteriza de Bangladesh. A pesar de esto, el gobierno bangladesí ha permitido a los refugiados rohingya recién llegados acceder a asistencia de emergencia y servicios esenciales en los campos de Cox's Bazar. ACNUR agradeció este gesto, pero insistió en la necesidad de garantizar protección formal y acceso al asilo.

Mientras el conflicto en Myanmar continúa sin tregua, ACNUR está trabajando con las autoridades de Bangladesh para que se garantice el acceso controlado a la seguridad y el asilo a los civiles que huyen del conflicto.

“El generoso apoyo de Bangladesh y de la comunidad internacional ha sido clave hasta ahora, pero la crisis de financiación amenaza con paralizar todos los esfuerzos humanitarios”, señaló Babar Baloch, portavoz de ACNUR en rueda de prensa desde el Palacio de las Naciones, en Ginebra.

ACNUR y sus socios han hecho un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que redoble su solidaridad con Bangladesh y otros países de la región. Mientras el conflicto en Myanmar persista, aseguran, el compromiso global es esencial para proteger a la población rohingya desplazada.

Ayuda a los refugiados rohingya

Ayuda a los refugiados

  1. ACNUR
  2. Noticias Refugiados
  3. La violencia en Myanmar obliga a 150.000 refugiados rohingya a huir