Amin Awad, director de la Oficina de ACNUR para Oriente Medio y el Norte de África, hizo estas declaraciones durante una misión a Homs a comienzos de esta semana y conversó con personas desplazadas internas en el refugio Mohammad Durra , así como en un centro de distribución en la ciudad destruida por los combates, que se encuentra en el oeste del país
“Las necesidades son inmensas en todas las ciudades sirias”, dijo Amin Awad, que también es el coordinador regional para refugiados de Naciones Unidas. “A la gente le hace falta de todo… Esto es realmente una tragedia humanitaria que se está desarrollando ante nuestros ojos”, añadió Awad, quien deseaba poder evaluar las necesidades en Homs y el impacto de la ayuda de ACNUR.
La Agencia de la ONU para los Refugiados emplea una flota de 250 camiones para entregar ayuda humanitaria a 14.000-15.000 familias cada semana (unas 75.000 personas). Algunos de estos desplazados viven en zonas de difícil acceso debido al conflicto y a la inseguridad general.
“Estos materiales de primera necesidad están ayudando a las familias en las zonas afectadas por el conflicto a sobrevivir en circunstancias extremadamente difíciles, a cubrir sus necesidades más básicas, a preservar su dignidad y a prevenir problemas de salud”, apuntó Awad.
Pero las necesidades son enormes y, mientras él hablaba con los medios, 44 contenedores con ayuda de ACNUR estaban siendo trasladados a un almacén tras haber llegado en dos barcos al puerto sirio de Tartus. ACNUR tiene previsto distribuir esta asistencia de emergencia principalmente en ciudades y pueblos de difícil acceso, como Homs, Idlib, Alepo, Hama, Raqqa, Deir Ezzor y Latakia.
ACNUR se está afanando por ofrecer materiales de ayuda humanitaria a 3 millones de desplazados internos, además de atención sanitaria, refugio, ayuda económica y protección a cientos de miles de personas más. Hasta la fecha, ACNUR ha ayudado a unos 2,4 millones de personas en las 14 gobernaciones sirias. Alrededor del 40% de los materiales de ACNUR se han distribuido en zonas peligrosas. La Agencia también ayuda a más de 2 millones de refugiados sirios en países vecinos.
Tarik Kurdi, Representante de ACNUR en Siria, señaló que los retos de conseguir más ayuda en estas zonas difíciles eran numerosos e importantes, pero que ACNUR estaba “decidido a conseguir para los sirios vulnerables la asistencia que necesitan”. También añadió que, con el descenso de las temperaturas, “estamos acelerando el trabajo para ayudar a la gente a prepararse para el tercer invierno en Siria en medio del conflicto”.
ACNUR tiene previsto transportar vacunas contra la polio que son muy necesarias en varias zonas aisladas y de difícil acceso en el norte y el noreste de Siria, donde miles de niños se beneficiarán de una campaña de vacunación contra la polio y el sarampión. ACNUR coordinará estos esfuerzos sobre el terreno con las autoridades locales, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Amin Awad, que llegó a Damasco el domingo, también visitó las operaciones de ACNUR en la capital siria, incluyendo un centro de distribución de ayudas económicas. Durante su visita mantuvo conversaciones sobre la situación en el país con altos representantes gubernamentales de los ministerios de asuntos exteriores, asuntos sociales, economía, administración local y vivienda.
ACNUR también firmó un acuerdo para construir 200 viviendas en el Damasco rural para las personas desplazadas por el conflicto. Hasta ahora ACNUR ha rehabilitado refugios que acogen a 35.000 personas. Subrayando el importante apoyo de la comunidad internacional a los sirios desplazados dentro y fuera del país, Amin Awad concluyó diciendo que “las necesidades son enormes”.