La situación humanitaria de Venezuela se ha agravado en los últimos meses: el deterioro de los derechos humanos, la política y la economía en el país ha hecho que millones de venezolanos se encuentren en necesidad de protección internacional.
Alrededor de 3,7 millones de venezolanos han huido hasta la fecha de su país para escapar de la inseguridad, la violencia, las amenazas y la escasez de servicios básicos. La grave situación política, económica y humanitaria a la que se enfrentan miles de familias en Venezuela ha hecho que ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, considere que la mayoría de personas que huyen del país necesitan protección internacional como personas refugiadas.
Servicios básicos como atención sanitaria, acceso a alimentos o educación están gravemente deteriorados, lo que repercute en los grupos de población más vulnerables, como niños, mujeres embarazadas, ancianos y pueblos indígenas.
Debido a esta situación, ACNUR ha hecho un llamamiento para que los países permitan a las personas venezolanas acceder a sus territorios y aseguren asilo a niños, mujeres y hombres de Venezuela que se ven obligados a huir. Colombia, Perú y Ecuador son los países que más refugiados venezolanos han acogido, con más de 1,7 millones entre los tres.
Juan Carlos, un joven venezolano de 28 años, trabajaba en el departamento de comunicación de una empresa del Estado y, tras una entrevista con la prensa que revelaba deficiencias en su oficina, su situación en el trabajo cambió. Sufrió amenazas de muerte. “Me trataban como si no valiera nada y me amenazaban con matarme”, cuenta.
La situación no mejoró después de que Juan Carlos se viese obligado a renunciar a su puesto: siguió sufriendo amenazas de muerte e incluso fue torturado por un grupo de personas armadas. Cuando Juan Carlos quiso obtener su certificado de nacimiento, descubrió que no había registro de su existencia. “No aparecieron ni el documento original ni la copia”, asegura. Finalmente, Juan Carlos huyó y solicitó asilo en Ecuador, donde ha decidido estudiar cine.
El de Euligio, un padre de familia venezolano, es un caso distinto con final idéntico: la huida. Este indígena Warao, su mujer y sus cinco hijos se encuentran entre los venezolanos que huyen a Colombia y Brasil por la falta de medicamentos. Fue una decisión difícil porque para los indígenas sus tierras representan sus raíces, pero no tuvieron otra opción. "Cuando mi hija de nueve meses murió debido a la falta de medicamentos, doctores o tratamiento, decidí sacar a mi familia de Venezuela antes de que otro de mis hijos muriera", explica Euligio. "Las enfermedades se hacían más fuertes que nosotros. Me dije a mí mismo, o nos vamos o morimos", asevera.
Ahora, Euligio y su familia viven a salvo en Brasil: es una forma de vida muy diferente a la que conocían, pero gracias al apoyo de ACNUR, socios gubernamentales y ONG, esta familia indígena se siente a salvo y lleva a tres de sus cinco hijos a la escuela.
5 millones
de venezolanos habrán huido de su país a finales de 2019 si se mantiene el ritmo de huida actual.
Más del 80%
de los venezolanos han sido acogidos en países de Latinoamérica.
414.570
solicitudes de asilo presentadas por venezolanos entre 2014 y 2018.
ACNUR está presente en las fronteras de Venezuela para atender a los refugiados y migrantes de este país y poder dar una respuesta adecuada a sus necesidades.