Rohingya: seis años en el exilio en Bangladesh Rohingya: seis años en el exilio en Bangladesh

Rohingya: seis años en el exilio en Bangladesh

30 de agosto, 2023

Tiempo de lectura: 4 minutos

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Este mes se han cumplido 6 años desde llegada masiva de refugiados rohingya a Bangladesh. En agosto de 2017 y, tras un repunte de la violencia en Myanmar, 700.000 hombres, mujeres, niñas y niños rohingya huyeron al país vecino en busca de un lugar seguro y fuera de peligro. Escaparon de la violencia y persecución que estaban sufriendo en su país.

Después de 6 años hay casi un millón de personas en los campamentos de refugiados de Cox´s Bazar, el más grande del mundo. ACNUR pide de nuevo a la comunidad internacional un compromiso renovado de apoyo financiero para mantener la respuesta humanitaria y el apoyo político para encontrar soluciones para los refugiados rohingya en Bangladesh.

¿Quiénes son los rohingya?

Los rohingya son una minoría étnica y religiosa de Myanmar, donde vivían en condición de apátrida. Por tanto, son personas sin documentación que les legitime como ciudadanos del país donde nacieron. No tienen país ni patria, un problema que se une a la persecución violenta que han sufrido en la antigua Birmania. Un repunte de la violencia en el norte del país en agosto de 2017, hizo que cientos de miles de personas rohingya huyeran a Bangladesh. Un país que, a pesar de tener pocos recursos, ha sido tremendamente generoso acogiendo a más de 960.000 personas.

Bangladesh: el país más generoso

Bangladesh, que acoge a casi un millón de refugiados rohingya, ha demostrado un compromiso humanitario y una generosidad que deberían reconocerse mediante una inversión continuada, tanto en los refugiados, como en las comunidades de acogida bangladesíes. La comunidad internacional debe compartir la responsabilidad de la respuesta. Se anima a las partes a que amplíen su apoyo y sus compromisos para aliviar la situación de los rohingya en el Foro Mundial sobre Refugiados que se celebrará en Ginebra en diciembre de 2023.

Hasta que puedan regresar, los refugiados permanecen en estos campos situados en una zona de la costa del golfo de Bengala, extremadamente vulnerable a ciclones, inundaciones, corrimientos de tierras, incendios y los efectos del cambio climático. Estos tienen un impacto devastador en los congestionados campamentos y su frecuencia apenas deja tiempo para reconstruir los refugios de bambú y lona antes de que se produzca el siguiente desastre. ACNUR sigue dando prioridad a una estrategia de acción climática, abogando por materiales para refugios resistentes a la intemperie y al fuego, que pueden ahorrar millones de dólares en costes de mantenimiento y reconstrucción.

lluvias monzonizas

¿Cuál es la situación humanitaria?

A medida que empeora la situación humanitaria en el mayor asentamiento de refugiados del mundo, siguen aumentando los retos que rodean a esta prolongada crisis. La fuerte disminución de los fondos está obligando a los actores humanitarios a centrarse en las necesidades más críticas y vitales. Por primera vez se ha reducido la ayuda alimentaria a los refugiados, lo que hace temer consecuencias dramáticas en cascada: aumento de la desnutrición, abandono escolar, matrimonio infantil, trabajo infantil y violencia de género.

A las condiciones de hacinamiento extremo en los campamentos del sur de Bangladesh se unen la escasez de fondos. La asistencia alimentaria que reciben del Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha sido la única fuente fiable para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación. Pero ante la falta de fondos, el PMA ha tenido que reducir el valor de los vales de comida para los residentes de los campamentos que ha pasado de 12 dólares por persona al mes a 8 dólares (27 centavos diarios).

campo cox bazar

Solución a largo plazo

Un retorno digno y sostenible a Myanmar sigue siendo la principal solución a esta crisis. Los refugiados rohingya siguen queriendo regresar a Myanmar cuando sea seguro para ellos y hacerlo voluntariamente. La comunidad internacional debe renovar sus esfuerzos para que esto sea posible. Mientras las Naciones Unidas siguen dispuestas a apoyar los esfuerzos para crear las condiciones que propicien un retorno sostenible, es crucial que ACNUR y sus socios tengan un acceso sin obstáculos, significativo y predecible en el estado de Rakhine en Myanmar, incluso para ayudar y supervisar el retorno de los refugiados.

El objetivo colectivo debe ser garantizar el retorno voluntario de los rohingya a Myanmar, a sus lugares de origen o de elección, pudiendo circular libremente y acceder a documentación, vías de ciudadanía, servicios y oportunidades de generación de ingresos para reconstruir sus vidas.

¿Qué solución hay a corto plazo?

ACNUR insta a apoyar a los refugiados rohingya para que puedan beneficiarse de la educación y el desarrollo de habilidades, con formación profesional y otras formas de capacitación. Esto no sólo equipará a los refugiados para su posible retorno, sino que también garantizará su dignidad, seguridad y productividad durante su estancia en Bangladesh. Esto puede capacitarles para hacer frente a algunas de sus propias necesidades, ya que los refugiados no desean depender de una ayuda humanitaria cada vez menor.

Las agencias humanitarias han solicitado 876 millones de dólares este año para ayudar a cerca de 1,47 millones de personas, entre refugiados rohingya y bangladeshíes. Sin embargo, a mediados de agosto de 2023, los fondos para el Plan de Respuesta Conjunta sólo alcanzaban el 28,9% de este llamamiento, lo que pone de manifiesto la necesidad de un respaldo financiero constante y predecible para evitar una crisis humanitaria más amplia.

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