La situación en Ucrania continúa deteriorándose. Hasta el 26 de marzo, el número de víctimas civiles registradas por la ONU ascendía a 2.909: 1.119 fallecidos, de los cuales 99 eran niños, y 1.709 heridos.
ACNUR calcula que unos 13 millones de personas están atrapadas en Ucrania en las zonas afectadas o no pueden salir debido al aumento de la inseguridad, la destrucción de puentes y carreteras, así como a la falta de recursos o información sobre dónde encontrar refugio y ponerse a salvo.
La situación en Mariupol y Chernihiv sigue siendo grave. Alrededor del 90 % de los edificios residenciales de Mariupol se han visto afectados por combates; el 40 % ha quedado completamente destruido.
Las autoridades de la ciudad estiman que 300 personas murieron en el bombardeo del 16 de marzo contra un teatro de la ciudad. Chernihiv sigue siendo objeto de intensos ataques y está rodeada. Esto impide la evacuación de los civiles, incluidos los heridos graves, así como la entrega de ayuda. Se calcula que 130.000 personas siguen atrapadas en la ciudad sin acceso a electricidad, calefacción o agua.
Más de 1.400 personas han sido evacuadas de Lugansk del 24 al 27 de marzo. Sin embargo, más de 100.000 familias siguen sin electricidad, y 40.000 sin suministro de gas.
Continúan los ataques aéreos indiscriminados contra infraestructuras civiles. Hasta la semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de unos 65 ataques contra instalaciones sanitarias, provocando muerte y sufrimiento. El Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania informó de que unas 550 instalaciones educativas habían sido dañadas o destruidas.
Cientos de miles de familias se han visto obligadas a separarse y miles de niños han huido solos, sin sus padres y familiares. En total, más de diez millones de personas se han desplazado dentro y fuera de Ucrania.
Alrededor del 90 % de las personas que huyen de Ucrania son mujeres y niños. Para ellos, el peligro de sufrir explotación sexual, abusos o violencia de género es enorme. Las personas que huyen de conflictos, especialmente las mujeres y los niños, corren un riesgo mayor de ser objeto de trata y explotación.
Para los niños y niñas que viajan solos los riesgos se multiplican. ACNUR instan a todos los países vecinos a garantizar la identificación y el registro inmediatos de los niños y niñas no acompañados y separados que huyen de Ucrania, después de permitirles el acceso a su territorio.
Sexual exploitation, abuse, gender-based violence and trafficking are just some of the dangerous risks that women, girls and boys face as they desperately flee Ukraine. #UNHCR works alongside partners to help keep refugees safe. @OSCE_CTHB
— Kelly T. Clements (@KellyTClements) April 4, 2022
#CTHB22 pic.twitter.com/1ZXjsjW8Kz
1,1 millones de personas recibirán asistencia de protección e información.
550.000 artículos de primera necesidad serán entregados.
200 centros de acogida recibirán artículos de primera necesidad.
360.000 personas recibirán ayudas económicas.
Viktor Nastych es uno de los muchos desplazados que han encontrado refugio en un antiguo almacén reconvertido en albergue por Rymma Mytrak y su marido Ruslan en el pueblo de Velykyi Bereznyi, en Ucrania, cerca de la frontera con Eslovaquia. El albergue, un antiguo almacén, alberga a 80 personas. Viktor llegó con su mujer y su hija desde Brovary, una pequeña ciudad cercana a Kiev. Todo el mundo le está muy agradecido a Rymma: "Creo que debería construirse un monumento en honor a Rymma. Está haciendo mucho por la gente", dice Viktor.
A 30 de marzo, cuatro millones de refugiados han huido de Ucrania, de los cuales más de 2,3 millones lo han hecho a Polonia. Según las estimaciones de ACNUR, Polonia recibe un refugiado cada 2,5 segundos (40.000 personas cruzan a Polonia diariamente) y no se sabe qué deparará el futuro próximo.
Alyona tiene 18 años. Es de Jersón, al sur de Ucrania. Ha pasado cuatro días durmiendo en la estación de tren de Varsovia y espera volver a casa.
Abajo, en la foto, personal de ACNUR distribuye mantas térmicas en el puesto fronterizo de Shehyni a los desplazados de Ucrania que esperan cruzar la frontera con Polonia.
En algunas zonas afectadas por los combates, más de 1.000 hogares han recibido materiales para poder reparar sus casas dañadas. Los centros de acogida en la región del centro y el oeste de Ucrania han recibido artículos de primera necesidad, como colchones, mantas y utensilios de cocina, lo que les ha permitido ampliar su capacidad para acoger a los desplazados internos. Gracias a esta ayuda, al menos 85.000 personas pueden beneficiarse de un alojamiento temporal. Solo la semana pasada, ACNUR entregó 20.000 kits con material de emergencia para las personas afectadas.
“La guerra en Ucrania ha generado un enorme sufrimiento, pero también ha inspirado actos de gran valor, generosidad y compasión. Garantizar el apoyo continuo a sus víctimas inocentes es vital si queremos evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe”.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
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