Yemen: el país olvidado que sigue necesitando ayuda

Yemen es uno de los países más pobres del Oriente Medio y está sufriendo una guerra devastadora desde hace ocho años. Un conflicto que ha llevado a la población a sufrir la mayor crisis humanitaria que existe actualmente en el mundo. La labor de organizaciones como ACNUR se vuelve imprescindible para la supervivencia de la población que sufre.

Esta guerra cumple su octavo aniversario tras la intervención de la coalición de Estados árabes, liderada por Arabia Saudí en Yemen que tuvo lugar en 2015.

Aunque realmente las protestas populares comenzaron en 2011 y obligaron al presidente, por aquel entonces, Alí Abdalá Salé, a abandonar el poder tras 33 años gobernando el país. Le sustituyó en el cargo su vicepresidente, Abd Rabu Mansur Hadi que organizó la Conferencia de Diálogo Nacional y que presentó dos años después, un nuevo mapa federal que dividió el país en regiones sin tener en cuenta todos los factores. Este mapa tuvo muy poco apoyo popular y lo enfrentó a diversas facciones de la oposición, entre ellas los huzíes, un grupo armado del norte de Yemen que siguen la rama del islam chií, el zaidismo. Este grupo aprovechó la complicada situación y el descontento de la población, para ir consolidando y extendiendo su control territorial hasta que en septiembre de 2014 tomaron varias posiciones del ejército y las fuerzas de seguridad en la capital del país. Esto fue posible, en parte gracias a la coalición de los huzíes con el expresidente Salé, después de varias décadas luchando contra él. La toma de la capital, Saná hizo que el presidente Hadi y su gobierno se vieran obligados a huir.

El 25 de marzo de 2015 intervino una coalición de Estados encabezada por Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí a petición del presidente Hadi. Esto dio comienzo al conflicto armado con una serie de bombardeos aéreos por parte de esta coalición contra las fuerzas huzíes.

En los años que siguieron, el conflicto se extendió de tal manera que acabó afectando a todo el país y las partes en el conflicto se multiplicaron. Otro hecho muy relevante ocurrió en diciembre de 2017, cuando los huzíes asesinaron al que era su aliado y expresidente, Alí Abdalá Salé, y siguieron controlando la mayoría de las ciudades incluida la capital, Saná.

Ha habido algunas treguas inestables a lo largo del año 2019 y en febrero de 2020 las partes del conflicto llegaron a un acuerdo de intercambio oficial de personas detenidas relacionadas con el conflicto desde 2015.

El país se encuentra en una grave crisis de protección y de desplazamiento provocado por la guerra y sus consecuencias, el cambio climático, el deterioro económico, la interrupción de los servicios, la inseguridad y la pobreza extrema. La falta de alimentos, de agua, de un lugar donde refugiarse, convierte a la población yemení en tremendamente vulnerable a cualquier enfermedad que podría ser tratable.

La situación es tan extrema que dos tercios de su población dependen de la ayuda humanitaria, es decir 20 millones de yemeníes. Además, la violencia no ha cesado y ha provocado un gran número de muertes y desplazamientos masivos.

ACNUR ofrece asistencia para salvar la vida tanto de la población yemení desplazada, como de las personas refugiadas y solicitantes de asilo que hay en todo el país. Y es que Yemen a pesar de situación, también ha demostrado su generosidad acogiendo a refugiados de otros lugares del mundo.

ACNUR encabeza los esfuerzos para brindar protección, refugio y artículos de ayuda no alimentaria. Por otro lado, también proporciona ayuda en efectivo para las personas desplazadas que están en una situación de mayor vulnerabilidad. De esta manera, podrán adquirir alimentos, medicamentos y artículos básicos de ayuda como mantas, colchones, lámparas solares, albergues de emergencias, etc. Esta asistencia llega a 20 provincias afectadas por el conflicto en todo el país. ACNUR distribuye kits de alojamiento con colchonetas y cubiertas de plástico a las familias más necesitadas que han sufrido daños en sus hogares o que viven en edificios comunitarios en los que pueden sentirse protegidos y seguros.

En cuanto a la salud, ACNUR también está presente:

• Apoyando los centros de salud que atienen a yemeníes y a personas refugiadas o solicitantes de asilo.
• Previniendo y controlando la propagación del cólera.
• Prestando apoyo psicosocial a personas afectadas por la guerra.

Por otro lado, también ofrece asistencia legal y financiera, prevención de violencia de género e intervenciones enfocadas en mujeres y en la niñez.

Además, protege a más de 84.000 personas refugiadas y 14.000 solicitantes de asilo que están en peligro, llegados del Cuerno de África. ACNUR hace todo lo que puede para ayudar a Yemen pero, para eso, necesita fondos y poder cubrir las necesidades de los más vulnerables.

Créditos imagen: © UNHCR/Dotnotion