En marzo, el ciclón Idai asoló Mozambique, Malaui y Zimbabue, dejando 1.000 muertos, más de 200.000 desplazados y 3.000.000 de personas en necesidad de ayuda humanitaria. Podría ser considerado como el peor desastre meteorológico que ha afectado el hemisferio sur. El país más afectado fue Mozambique, donde 600 personas perdieron la vida y se detectaron 3.500 casos de cólera. En Zimbabue, en el campo de Tongogara, 5.300 refugiados se vieron afectados, perdiendo todo por segunda vez.
ACNUR ha trabajado sin descanso para hacer frente a esta emergencia y ayudar a las personas afectadas. Para dar asistencia a un total de 35.500 personas, ACNUR envió cuatro aviones con materiales de emergencia, que incluyen tiendas familiares, mantas, lámparas solares, sets de cocina y bidones de agua, entre otros. Asimismo, logró vacunar al 82% de la población en Mozambique en la lucha contra la expansión del cólera y repartió mosquiteras para prevenir la malaria.
Para poder asistir a estas personas, las colaboraciones del sector privado son esenciales. Gracias al apoyo de la Fundación Pelayo y la de muchas otras organizaciones y personas, ACNUR puede estar en primera línea para proporcionar ayuda en situaciones de emergencia a los que más lo necesitan. Gracias a los proyectos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) conseguimos ayudar a los más desfavorecidos en el día a día y a personas afectadas por desastres humanitarios.
La respuesta de la Fundación Pelayo ante esta situación de emergencia es un ejemplo de cómo la RSC puede favorecer a la sociedad. Gracias al apoyo económico recibido por distintas organizaciones y particulares ante el ciclón Idai, ACNUR ha podido: