El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Fundación IKEA ponen en marcha, por segundo año, la iniciativa solidaria “El poder de la luz” para instalar iluminación sostenible en campos de refugiados, mejorando su calidad de vida, su seguridad, así como el acceso a los estudios de los niños y niñas de los campos de refugiados de Etiopía, Chad, Bangladesh y Jordania, a los que este año se sumarán también los de Sudán.
La campaña se desarrolla en todas las tiendas IKEA del mundo desde el 1 de febrero hasta el 28 de marzo de 2015, periodo durante el cual por cada bombilla LED que venda IKEA, su Fundación donará 1 euro a ACNUR.
Una vida mejor para más de 350.000 niños y sus familias
Con la cantidad donada en 2014 (7.7 millones de euros), ACNUR ha suministrado luz y energía sostenible a más de 350.000 niños y sus familias en los campos de refugiados de Etiopía, Chad, Bangladesh y Jordania, proporcionándoles farolas solares, lámparas solares y otros sistemas de energía renovable, como cocinas de bajo consumo. La campaña también ha servido para formar a algunos refugiados en teoría e instalación de energía solar y ha ayudado a mejorar la calidad de la educación primaria.
Parte de los fondos recaudados en 2014 se han destinado a ayudar a unos 11.000 refugiados sirios que viven en el campo de refugiados de Azraq (Jordania), proporcionándoles linternas y farolas solares para cargar teléfonos móviles, además de usarse como fuente de iluminación. Gracias a ellas, los niños refugiados pueden estudiar al anochecer, lo que favorece su educación y sus progresos en la escuela.
Vida más allá de la puesta de sol
Las linternas y farolas de las calles permiten a los adultos continuar trabajando y celebrar reuniones de la comunidad después del atardecer, ya que en los campos de refugiados sin iluminación la vida acaba tras la puesta de sol. Gracias a este proyecto de Fundación IKEA y ACNUR se aumenta la seguridad, sobre todo de mujeres y niñas, al anochecer y se alarga la vida en los campos ofreciendo la oportunidad de continuar con las actividades cotidianas, como salir al servicio o regresar a las tiendas de campaña, cuando ya no hay luz solar.
Actualmente están bajo el amparo de ACNUR 12 millones de refugiados, la mitad de ellos son mujeres y niños.