Aprendiendo a refugiar
Ponerse en los zapatos de una persona refugiada permite a los niños y niñas aprender la importancia de observar y proteger los derechos humanos, además de su capacidad de transformar realidades.
Con el apoyo de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID), 7 Centros Educativos de Infantil y Primaria de la ciudad de Mérida, han sido sensibilizados sobre la importancia de proteger los derechos humanos de las personas refugiadas y sobre la responsabilidad de convivir y acoger.
Actividades vivenciales, clave para concienciar a los chicos y chicas
Profesorado y alumnado de 5º y 6º de primaria de los Centros Antonio Machado, José María Calatrava, Juan XXIII, Miguel de Cervantes y Nuestra Señora de la Antigua han tomado parte en un proceso educativo participativo basado en los derechos humanos, valores, la equidad de género y la convivencia en el que se han puesto en los zapatos de las personas refugiadas que, debido a la violación sistemática de sus derechos humanos, se ven obligadas a huir de sus países en búsqueda de protección y paz.
En cada Centro Educativo se exhibió la exposición “Ponte en sus Zapatos” y se llevó a cabo una sesión de formación con el profesorado y 4 sesiones con el alumnado:
- Sesión 1 y 2: “Taller Aprendiendo a refugiar”.
- Sesión 3: ¿Qué puedo hacer yo? Las chicas y chicos desarrollaron una acción de sensibilización que presentaron a otra aula o al CEIP.
- Sesión 4: Acción de sensibilización con la participación del alumnado y profesorado de los 6 CEIP.
El alumnado transforma su entorno más cercano sensibilizando en sus centros
A través de la gymkhana “Ponte en sus zapatos”, en la que vivencian el proceso de huida de las personas refugiadas, las peripecias que deben afrontar y su llegada al país de destino, el alumnado de Nuestra Señora de la Antigua, Pablo Neruda, Juan XXIII y José María Calatrava ha fomentado el cambio de mentalidades de las personas de su entorno, poniéndoles en los zapatos de una persona refugiada.
En Miguel de Cervantes, quisieron ir un paso más allá realizando un video y a través del juego de la Oca “Personas Refugiadas”, se pusieron en los zapatos de una persona refugiada.
“Bienvenidos con cariño y afecto. Esperamos que reine la paz y la libertad en vuestras vidas”
A través de mensajes como éste, alumnado, profesorado y familias del Antonio Machado, escribieron cartas y dibujaron mensajes de bienvenida para las personas refugiadas residentes en Mérida. Las cartas y dibujos fueron entregados por las chicas y chicos a una persona refugiada procedente de Eritrea en representación del Centro de Personas Refugiadas en Mérida. Lo explica Andrea Gómez, Técnica de Educación por el Desarrollo en Extremadura, para Radio Televisión Española, gracias a la colaboración del Programa de Atención a Personas Refugiadas, Solicitantes de Asilo e Inmigrantes de la Cruz Roja
En José María Calatrava los alumnos y alumnas de 5º y 6º de primaria entrevistaron a dos personas refugiadas procedentes de Siria y Venezuela en el programa de radio del colegio. En este programa se creó un espacio de convivencia en donde compartieron experiencias, vivencias y sueños y, sobre todo, donde las chicas y chicos pudieron transmitir un mensaje de bienvenida y solidaridad.
Ser conscientes de que pueden transformar la realidad, el primer paso para el cambio
Conocer la realidad de las personas refugiadas y las causas por las cuales se ven obligadas a huir favorece un proceso reflexivo sobre las discriminaciones que provocan desplazamientos forzosos y la importancia de los derechos humanos.
Las chicas y chicos son conscientes de que tienen las capacidades para transformar la realidad, para actuar como actores y actoras de convivencia y de acogida y, sobre todo, de velar por la protección de los derechos humanos.
En octubre llevaremos a cabo la Gymkhana “Ponte en sus Zapatos” en el Centro Trajano además de un programa de radio con la participación de dos personas refugiadas con la colaboración de la fundación CEPAIM.
Desde el Comité español de ACNUR queremos agradecer a los centros participantes su compromiso con la educación y sensibilización sobre los derechos humanos de las personas refugiadas y, sobre todo, a los niños y niñas que han integrado el mensaje de que pueden transformar la realidad para proteger los derechos humanos, convivir y acoger.
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