Ucrania es una de las mayores crisis de desplazamiento humano del mundo actual. La cifra actual publicada por ACNUR indica que existen 5,9 millones de personas desplazadas internamente en territorio ucraniano, las cuales no pueden dar respuesta a sus necesidades básicas, como alimentos, agua y medicamentos. La entrega de ayuda para salvar vidas sigue siendo un reto ya que en un territorio en conflicto el acceso humanitario seguro no puede darse por sentado, y por ello, la ayuda en efectivo es la más adecuada en este tipo de intervenciones.
En este contexto, el Ayuntamiento de Madrid, en el marco del Programa de Cooperación al Desarrollo para 2023, ha subvencionado con 299.641 € el proyecto de protección y asistencia de emergencia humanitaria que tiene como objetivo la distribución de ayuda en efectivo para 1.024 personas desplazadas internas en Ucrania, durante 3 meses.
Respecto a la priorización de necesidades, se realiza mediante un diagnóstico de las características específicas de la población. El proyecto dará prioridad en particular a aquellos sectores de población en situación de mayor vulnerabilidad entre la población refugiada huida de los frentes de guerra y zonas más devastadas de Ucrania entre los que predominan la población infantil y las mujeres solas cabezas de familia.
El proyecto se inserta dentro de la estrategia de trabajo del Programa de ACNUR 2023 en Ucrania, del que forman parte 21 socios (de las cuales 13 son ONGs nacionales), basado en un llamamiento de 602,5 millones de dólares para asistir a 3,6 millones de personas. Concretamente respecto al Programa de Asistencia en Efectivo Multipropósito (MPC) el objetivo 2023 donde se enmarca esta propuesta es asistir a 800.000 personas de las cuales, hasta el pasado mes de abril, se habían beneficiado ya más de 215.000, siendo el 86% aproximadamente mujeres y niños. 17 regiones cuentan actualmente con centros de protección multiservicios activos y/o equipos móviles para el registro y llevar el programa de efectivo; y más de 1.000 encuestadores han sido formados en recogida de datos, criterios de selección, evaluación de necesidades, prevención de la explotación sexual y Código de Conducta.
Agradecemos un año más al Ayuntamiento de Madrid por su solidaridad que se inició en el año 1995.
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