Mujeres refugiadas centroafricanas reciben ayuda del Gobierno de las Islas Baleares en la RDC

La República Democrática del Congo (RDC) sigue enfrentándose a una aguda y compleja situación humanitaria. Además, la desigualdad entre hombres y mujeres en la RDC es profunda. Se puede medir, entre otros, a nivel de empleo: solo el 38,6 % de las mujeres en la RDC tienen acceso al empleo en sectores que no sean el agrícola.

La prevalencia de la violencia de género es del 93 % entre las mujeres frente al 7% entre los hombres. Las ocho provincias donde se dio mayor prevalencia de la violencia de género en 2020 fueron: Haut-Lomami (30 %), Bas-Uele (27 %), Tanganyika (18 %), Sud-Ubangi (17 %) y Maï-Ndombe (16 %), Nord Ubangi (14 %), Maniema (10 %)y Lomami (10 %). Durante el año pasado, se observó un aumento de los casos de violencia de género en un 57 % en esas ochos provincias, en todo país. Las mujeres que residen en el país son víctimas de la discriminación estructural y socioeconómica de una sociedad patriarcal que prioriza el desarrollo de los varones y que se ve acentuada por la situación de extrema pobreza en la que viven. Además, desconocen la existencia de sus derechos fundamentales y las vías para poder exigir su respeto.

A pesar de experimentar en los últimos diez años un relativo crecimiento, el principal inconveniente de la RDC es que este crecimiento influye muy poco en la reducción de la pobreza debido a la distribución desigual de sus frutos y más aún después del impacto económico y social que ha provocado la COVID-19. La mujer es la que más se ve afectada por ello, ya que queda excluida de facto en los procesos de tomas de decisión y los programas de desarrollo.

Gracias a la ayuda del Gobierno de las Islas Baleares, que ha concedido 75.000 € fue posible llevar a cabo un proyecto que ha garantizado el derecho a la seguridad, la integridad física y la igualdad entre hombres y mujeres refugiadas centroafricanas residentes en la provincia de Nord Ubangui en la RDC.

Con esta ayuda fue posible reforzar en las zonas de implementación del proyecto (dos campos de refugiados y las aldeas aledañas) el sistema de atención integral y de defensa de sus derechos para mujeres refugiadas centroafricanas víctimas de la violencia sexual y de género, garantizando su seguridad e instaurando además procedimientos de cohesión social a nivel comunitario y de promoción de los derechos de las mujeres.

Agradecemos nuevamente al Gobierno de las Islas Baleares su solidaridad ante emergencias como estas.