Líbano es el país del mundo que acoge a la mayor proporción de población refugiada per cápita. Después de más de ocho años de conflicto, los refugiados sirios continúan viendo cómo se deteriora su situación, sin grandes perspectivas de obtener medios de vida en Líbano y con pocas opciones de regresar a Siria de momento. Algunos indicadores de vulnerabilidad tales como el nivel de deuda de las familias o la precariedad de las viviendas continúan aumentando. Esto provoca un mayor riesgo de desahucio, y obliga a muchos refugiados a recurrir a estrategias negativas de afrontamiento como el trabajo infantil o los matrimonios precoces, o tener que mudarse a otros lugares menos costosos y en peores condiciones.
El proyecto cofinanciado por la Diputación de Jaén se centrará en la adaptación y rehabilitación de edificaciones sin terminar o infraviviendas en las que se han cobijado las familias sirias para convertirlas en viviendas dignas, garantizando también su permanencia mediante contratos con los propietarios y evitando así su desalojo. Por tanto, a la vez que se proporcionan viviendas para los refugiados, el proyecto también beneficiará a los miembros de la comunidad de acogida libanesa. Por un lado, los propietarios de los edificios se beneficiarán de un activo económico y, por otro, estas viviendas se añaden al stock de viviendas disponibles mitigando la inflación de los alquileres.
Esta intervención continúa en la misma línea que otros proyectos anteriormente cofinanciados por la Diputación de Jaén (años 2016 a 2018), y gracias a los cuales ACNUR y sus contrapartes han podido rehabilitar un total de 430 viviendas que han sido puestas a disposición de otras tantas familias sirias.