Por tercer año consecutivo, Madrid apoya a las víctimas de la guerra en Ucrania

La ofensiva militar de Rusia en Ucrania, iniciada en febrero de 2022, ha desencadenado una de las mayores crisis de desplazamiento humano actuales. Desde entonces, un tercio de las personas ucranianas ha tenido que abandonar su hogar. Actualmente, más de 3,55 millones de personas están desplazadas internamente y carecen de acceso a necesidades básicas como alimentos, agua y medicamentos, mientras que 6,75 millones han buscado refugio fuera del país. La entrega de ayuda sigue siendo un desafío debido a las restricciones de acceso en un territorio en conflicto, lo que hace que la asistencia en efectivo sea una de las mejores soluciones.

Los programas de dinero en efectivo son clave en las operaciones humanitarias en Ucrania, especialmente en las zonas controladas por el Gobierno, donde los mercados permanecen operativos y los servicios financieros accesibles, garantizando una entrega segura y eficiente para los beneficiarios. ACNUR cuenta con una amplia experiencia en este tipo de contextos donde la inseguridad es un factor clave.

En este contexto, el Ayuntamiento de Madrid ha financiado un proyecto de ayuda en efectivo en dos fases, por un total de 861.000 euros, el cual forma parte del Programa de ACNUR 2024 en Ucrania (desarrollado con 20 socios, incluidas 16 ONG nacionales). Es el tercer año consecutivo en que el Ayuntamiento apoya a las víctimas de la guerra en Ucrania a través de ACNUR, quien trabaja en Ucrania desde 1994.

La fase 1 del proyecto, dotada con 250.000 euros, busca distribuir ayuda en efectivo a 904 personas desplazadas internas en Ucrania durante 3 meses. Cada persona ha recibido el equivalente a unos 92 euros mensuales para cubrir necesidades básicas, mejorando su calidad de vida y garantizando el acceso a servicios esenciales. Por su parte, la fase 2, con 611.000 euros, tiene como objetivo la distribución de ayuda en efectivo para 2.338 personas durante 3 meses. El total de personas que se beneficiarán de este proyecto es de 3.242.

Antes de la distribución de la ayuda, se lleva a cabo un análisis y selección de las personas beneficiarias, seguido de un monitoreo post distribución para evaluar cómo ha sido utilizado el apoyo recibido.

La priorización de necesidades se realiza mediante un diagnóstico de las características específicas de la población, siendo los dos criterios principales de selección vulnerabilidad y género. En cuanto al grado de vulnerabilidad, se prioriza a las personas con necesidades especiales y extremadamente vulnerables, con énfasis en grupos vulnerables dentro de las familias, como la infancia. Además, en cuanto al género, se da especial atención a mujeres cabeza de familia y niñas, favoreciendo su empoderamiento social.