Aunque los conflictos armados en sus respectivos países no les permiten llevar su patria por bandera, estos 5 refugiados no se dan por vencidos. Sus ganas de luchar les llevan al Mundial de Atletismo en Londres de 2017 en el Equipo Refugiados, años después de haber tenido que huir para salvar sus vidas. Son los primeros refugiados de la historia que compiten en este mundial.
Después de que los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 acogieran al Equipo Refugiados, nuevas puertas se abren para ellos. Algunos ya compitieron entonces y para otros será la primera vez en una competición internacional. Casi un año después del comienzo de las Olimpiadas, del 4 al 13 de agosto de 2017, han llegado al Mundial de Atletismo donde marcarán un hito tras 34 años de historia de la competición.
Para ello, llevan meses de duro entrenamiento en Nairobi, la capital del país que les ha dado acogida y la oportunidad de cumplir su sueño. Quienes un día corrieron para salvar sus vidas, hoy lo hacen para representar a millones de personas desarraigadas.
Tras pasar una serie de pruebas organizadas por la Fundación Tegla Loroupe, la atleta keniata que les ha ayudado en los entrenamientos y a abrirles a nuevas competiciones, éstos son los cinco atletas que compiten en el Equipo Refugiados:
Después de estrenarse en los Juegos Olímpicos de Brasil, esta sursudanesa competirá en los 1.500 metros femeninos. Emocionada de pensar a dónde ha llegado, Anjelina asegura tener las metas aún más altas.
En sus entrenamientos, el Equipo Refugiados se ha unido al equipo nacional de Kenia, entre quienes sobresale el campeón olímpico de 800 metros que tiene el récord mundial, David Rudisha. Aunque él no podrá competir en el Mundial de Atletismo de Londres por un problema muscular, el benjamín del equipo asegura que entrenar junto a él les ha dado confianza.
“Cuando entrenas con un campeón, con el dueño de un récord, ganas moral. Empiezas a verte de la misma forma. Así que, cuando vas a la carrera, los otros atletas ya no te intimidan porque entrenaste con alguien como Rudisha”, dice Ahmed Bashir.
Gracias a la ayuda de socios y donantes, millones de personas como ellos han conseguido sobrevivir. Otros muchos, necesitan que sigamos ayudándoles.