Cada septiembre, millones de niños se enfrentan a la vuelta al cole en todo el mundo. Aunque entre los más pequeños no son pocos quienes no quieren cambiar las vacaciones por las aulas. En contextos de crisis, la situación será muy distinta. Para los refugiados la dificultad está en tener acceso a una clase, un profesor, un libro o un uniforme. Saben que de su escolarización depende su futuro.
En un año en el que el número de refugiados ha llegado a límites históricos, la brecha de la escolarización se vuelve aún más profunda en los campos. En 2016, sólo un 45% de los 6,4 millones de personas en edad escolar bajo el mandato de ACNUR, niños y adolescentes de entre 5 y 17 años, estuvieron escolarizados. Un dato que pone en evidencia la necesidad de facilitar la educación a quienes han tenido que huir de la violencia.
En algunos colegios tendrán un profesor para 130 alumnos. En otros, solo un libro para toda la clase. En contextos de emergencia, la imperiosa necesidad de agua, comida o un refugio urgente hace que la educación se resienta. Algo todavía más acuciante cuando hablamos de educación secundaria. Frente a un 91% de niños escolarizados en primaria en el mundo, entre los refugiados este porcentaje está 30 puntos por debajo.
Ante la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial, desde el Comité español de ACNUR lanzamos una campaña para llevar a los campos un superalimento que nutrirá las mentes de millones de niños refugiados. Un alimento que les hará crecer hasta el máximo de sus capacidades, les protegerá de peligros, les orientará el resto de sus vidas y les permitirá nutrir a su entorno de conocimiento. La dosis necesaria de educación en los campos de refugiados.
Este superalimento es capaz de llevar al colegio a un niño durante 200 días al año.
Con este superalimento, el impacto que se consigue en miles de niños y adolescentes va mucho más allá de lo inmediato. Servirá para construir un futuro con más oportunidades de paz y un mayor crecimiento económico para sus países y comunidades.
Porque la educación…
Ayuda a los refugiados