Aunque la tasa de escolarización de refugiados se mantiene, el nuevo informe de ACNUR muestra que el aumento de refugiados y desplazados hace que cada vez más niños pierdan oportunidades de futuro por culpa de la violencia. A pesar de los esfuerzos de ACNUR, 4 millones de refugiados no pueden ir al colegio: medio millón más que el año pasado.
Rihanna Siraj huyó de Etiopía siendo solo una niña. Ahora tiene 15 años y es una de los afortunados que reciben educación secundaria. Gracias a que su hermana mayor, Fauzia, trabaja durante el día, Rihanna tiene la oportunidad de acudir a clase y estudiar por las tardes.
En su colegio del campo de Kakuma, en Kenia, las buenas notas de los alumnos han superado la media nacional en un ejemplo de superación para el mundo.
Ella es solo una de las caras detrás del 23% de adolescentes refugiados con acceso a educación que recoge el informe de ACNUR. En él, los datos muestran que a pesar de los esfuerzos en educación, no se logra alcanzar el ritmo del aumento de refugiados.
A finales de 2017, más de la mitad de los refugiados en el mundo eran niñas y niños, de los que 7,4 millones estaban en edad escolar. 4 millones de ellos no pudieron matricularse en la escuela el pasado curso.
“Sin educación, el futuro de estos niños y niñas y de sus comunidades se verá irremediablemente perjudicado”
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Además, los países en desarrollo acogen al 92% de la población refugiada en edad escolar de todo el mundo y necesitan apoyo financiero más continuado.
Un esfuerzo relativamente pequeño para el nivel de vida en países como España puede suponer una diferencia increíble en un país en desarrollo donde, con 18€ un niño puede acudir a clase durante todo un año.
Y es que, al igual que refugiados célebres como Einstein o Chopin cambiaron la historia de la ciencia y de las artes gracias a la educación recibida, quien sabe si uno de los niños que sueñan con ser científicos o matemáticos en los campos de refugiados, podría cambiar la historia si ellos también pudieran estudiar.