A través de estos cuatro cuentos e historias para niños, los más pequeños aprenderán a entender las distintas realidades que viven otros niños en países de todo el mundo. Historias de sueños y superación que transmitirán a los más pequeños valores como la solidaridad, la tolerancia y el esfuerzo.
Desde muy pequeña, Samia había querido ser atleta olímpica. Pero ella nació en Somalia, un país en guerra desde hacía muchos años. Allí, vivió entre las bombas y la miseria, en medio de un país derruido, sumido en la pobreza, sin apenas instalaciones para entrenar, donde cumplir su sueño no sería fácil.
Tras mucho esfuerzo, al cumplir los 17 años, Samia consiguió ser una de los dos únicos atletas somalíes que competirían los Juegos Olímpicos de Pekín.
Aunque consiguió batir su marca personal, aquella prueba tuvo para Samia un sabor agridulce: llegó la última, cruzó la meta 10 segundos por detrás de sus competidoras. Conmovido por su espíritu luchador, el público le dedicó un gran aplauso, que lo armó de ganas para seguir entrenando para los Juegos Olímpicos en Londres. Mientras tanto, la situación en su país se complicó y la amenaza de un grupo terrorista le obligó a dejar los entrenamientos.
Aída tiene 14 años y un futuro brillante por delante: es miembro de la orquesta de su escuela, actúa en un club de teatro y juega al baloncesto y al voleibol. Recibió una mención especial por sus logros académicos, pero su camino hasta entonces no fue de color de rosas.
Aída nació en Bosnia – Herzegovina, de donde tuvo que huir cuando estalló la guerra en los años 90. Ella, su madre y su hermana viajaron hasta la vecina Croacia para quedarse en casa de su abuela. Su padre se quedó en su casa para cuidar del hogar hasta que volvieran. Pero pronto fue saqueada y la gente se lo llevó todo. Sólo hubo algo, de gran valor sentimental para ellos, que su padre consiguió salvar…
La pequeña Eloísa llega, junto a su padre, a una ciudad desconocida tras haber tenido que huir.
Dejar todo lo que se conoce no es nada fácil para los más pequeños que, al llegar a un nuevo lugar, se sienten como un bicho raro. A través de esta bonita historia, los niños aprenderán a entender al diferente, al extranjero y al refugiado.
Solaf es una niña siria que vive en un campo de refugiados en Jordania. Desde el refugio de aluminio que comparte con su familia, sueña con tener electricidad, una tele, una cama o con practicar su deporte favorito. Unos sueños que se dan por supuestos en muchos otros lugares y que muestran otra realidad que existe y que esta pequeña ha querido compartir con niños de su edad de todo el mundo.
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