Aunque el acceso a internet comenzó siendo un lujo, poco a poco se ha convertido en una herramienta imprescindible. Mientras en países desarrollados la posibilidad de conexión wifi es casi omnipresente, los refugiados tienen un 50% menos de posibilidades de tener un teléfono con acceso a internet. El 29% ni siquiera dispone de un teléfono fijo en su refugio.
¿Es realmente un lujo o una necesidad? Para Filippo Grandi, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, estas cifras tienen que cambiar.
Los refugiados emprenden a menudo un viaje hacia la incertidumbre, separándose de sus familias durante días, meses o años, en el que el acceso a Internet resulta imprescindible para poder comunicarse. Una vez llegan a su destino, les sirve para saber dónde están e informar a familiares de que han llegado sanos y salvos.
Cuando una refugiada siria llegó hasta la isla de Lesbos, lo tuvo claro. Durante la larga travesía del Mediterráneo, sólo sintió miedo una vez: cuando la señal del móvil desapareció y se encontró aislada del mundo. El temor a no poder avisar a familiares o amigos en caso de necesitar ayuda era una sensación que nunca había experimentado.
Aislados en medio del mar, para los refugiados tener acceso a internet aporta la esperanza necesaria en el momento más importante: su llegada a la costa.
Esta mujer siria tuvo que tomar la decisión más complicada de su vida cuando recibió amenazas de muerte en Siria: dejar a sus hijos atrás. Una vez en Europa, intentó traerlos junto a ella por todas las vías posibles, pero la reunificación familiar tardaría demasiado. Sus hijos se embarcaron en lo que acabó en un naufragio en el Mediterráneo.
Tras ver lo sucedido por televisión, Manal se volvió loca buscando las caras de sus hijos entre las imágenes. Fue entonces cuando, gracias a la conexión a internet, recibió el mensaje más tranquilizador de su vida: “Tus hijos están vivos. Están en Turquía”, le comunicó un pescador que les había rescatado.
Conectividad, un salvavidas para refugiados
Ante situaciones de riesgo de violencia o persecución, la desesperación de los refugiados por contactar con sus familiares resulta una de las necesidades emocionales más básicas. Una vez en tierra, el acceso a internet puede ser un salvavidas para miles de refugiados.
Para Filippo Grandi, la tecnología del futuro puede ayudar a los refugiados donde las hostilidades de los políticos y gobiernos reacios no lo hacen.
Hoy, más que nunca, el acceso a internet se ha convertido en una herramienta necesaria para todos, también para ellos. Colabora con ACNUR, salva una vida.
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