Procedente de los países árabes del norte de África y la península arábiga, la mujer árabe se esconde bajo un velo de mitos y realidades a los ojos del mundo occidental. Esta figura en la sombra es, sin embargo, la que sustenta el peso de miles de familias que han tenido que huir de su hogar.
¿De dónde procede la mujer árabe?
Muchas de las mujeres de los países árabes son a su vez refugiadas. Miles de mujeres de Siria, Somalia, Yemen o Irak han tenido que huir de guerras y conflictos, muchas veces solas o acompañadas de sus hijos.
Además de emprender una nueva vida, estas mujeres rompen con el estereotipo de la mujer árabe y sacan todas sus fuerzas para salir adelante.
Omaima y Muzón no han cumplido todavía los 18, pero están convencidas de la importancia de la educación para su futuro. Siguiendo el ejemplo de Malala, la joven paquistaní que se convirtió en Premio Nobel de la Paz en 2014, estas mujeres árabes no cesan en su lucha por que todas las chicas como ellas puedan seguir estudiando y no tengan que casarse antes de cumplir los 18.
Esta mujer árabe, madre de tres hijos, tuvo que huir del país tras ver como un juez era asesinado en el Ministerio de Justicia donde ella trabajaba en Siria. Su vida corría peligro, por lo que tuvo que separárse de sus hijos por su propia seguridad. Desde Europa, hizo todo lo posible para traer junto a ella a su familia.
Trabajadora y luchadora, la guerra en su país ha dejado a esta mujer siria una enternecedora historia de amor y separación con el Mediterráneo como protagonista.
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