Ambos lograron escapar con vida de su país y llegar con parte de sus familias hasta Níger, donde luchan cada día por superar los duros momentos que pasaron y por recuperar la esperanza. Recién instalados en el campo de Sayam Forage, relataron al personal de ACNUR su experiencia. Estos son sus testimonios de lo que les ocurrió y de cómo han logrado sobrevivir:
Un año después de este ataque contra su aldea, Mahamadou explica que su familia todavía sufre un grave trauma: “Los niños siguen poniéndose ansiosos, sobre todo cuando oyen ruidos o gritos. Siempre están en guardia. Incluso aunque aquí en Níger estamos a salvo, todavía tenemos miedo de que los insurgentes nos puedan herir de algún modo”.
“Mataban a los niños en las calles. Disparaban contra mujeres embarazadas. Todo el mundo estaba aterrorizado y corría en todas las direcciones. Era un caos, la gente fue asesinada delante de mí, caían delante de mí. Entré en pánico y recuerdo que pisé varios cuerpos cuando intentaba escapar. Las balas volaban a mi alrededor”.
Bala (50 años)
Ver emergencia: Boko Haram en Nigeria