Es imposible pensar en Etiopía sin que la imagen de las cataratas del Nilo Azul se filtre por alguna rendija de nuestra memoria. Se trata de uno de los...
Es imposible pensar en Etiopía sin que la imagen de las cataratas del Nilo Azul se filtre por alguna rendija de nuestra memoria.
Se trata de uno de los principales atractivos de este país ubicado en el Cuerno de África, el extremo oriental del continente. Entre los pobladores nativos, esta maravilla natural se conoce como Tis Abay, que significa “humo del Nilo” o “agua que humea”.
En términos geográficos, las cataratas del Nilo Azul son el punto exacto en que el río del mismo nombre sufre una caída de 45 metros, alcanzando una profundidad de hasta 40. Por supuesto, la mejor época para visitarlas es la temporada de lluvias, es decir, entre junio y septiembre, cuando el río es más caudaloso.
Vale la pena recordar que el Nilo Azul es un río que sigue su curso hasta Sudán, donde se une al Nilo Blanco. Ambos desembocan en el gran Nilo.
La vista de las cataratas del Nilo Azul es simplemente maravillosa. Sin embargo, deben buena parte de su fama como destino turístico de Etiopía (y del resto de África) al recorrido previo, que resulta tan sorprendente como las propias cataratas.
Para empezar, atraviesa un paisaje verde y en algunos tramos inexplorado que permite a los visitantes interactuar de forma directa con la naturaleza característica de esta región del norte de Etiopía.
Además, a mitad de la ruta nos topamos con un puente construido por los portugueses en el año de 1620, conocido por ser el primer puente de piedra del país.
Otro atractivo del camino hacia las cataratas del Nilo Azul son los habitantes de la región, a quienes se puede observar en sus labores diarias de agricultura y ganadería. A los niños, en concreto, se los ve cantando y tocando unas bellas flautas artesanales que construyen ellos mismos y que hacen lo posible por vender.
El punto final del trayecto es la maravillosa caída de agua, cuya fuerza es tal que no se recomienda acercarse ni, mucho menos, bañarse. Pese a ello, algunos nativos aseguran que ahora solo cae el 15% del agua que caía años atrás.
Pese a ser un trayecto como cualquier otro, conviene que antes de emprender el camino hacia las cataratas del Nilo Azul sigas algunas recomendaciones:
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