Muchas mujeres a lo largo de la historia han dedicado su vida a la investigación científica: mentes brillantes que lograron hacer importantes avances sin los que nuestras vidas serían distintas hoy en día.
Ya se han dado a conocer casos de mujeres científicas cuyos trabajos eran firmados por hombres, viéndose silenciadas y marginadas. Por ello es importante conocer a las mujeres científicas más importantes de la historia de la ciencia aprovechando que el día 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Caroline descubrió la ciencia gracias a su hermano William, que era el astrónomo personal del rey de Inglaterra. Mientras trabajaba como asistente de William, Caroline se convirtió en una brillante astrónoma que descubrió nuevas nebulosas y cúmulos de estrellas. Caroline fue la primera mujer en descubrir un cometa, la primera mujer cuyo trabajo fue publicado por la Royal Society y la primera mujer británica en obtener un salario por realizar trabajo científico.
Es considerada como la primera programadora de ordenadores de la historia y la persona que inició el sistema informático que conocemos en la actualidad. Ada Lovelace trabajó con Charles Babbage, matemático y científico británico. Juntos trabajaron en la calculadora denominada máquina analítica. Entre las notas de Ada sobre esta máquina se encontró el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. El Departamento de Defensa de Estados Unidos llamó “Ada” a un lenguaje de programación en su honor.
Marie Curie fue una de las mujeres científicas pioneras en el estudio de la radiación. Sus investigaciones en este campo le llevaron a descubrir dos elementos, el radio y el polonio. Fue la primera mujer en recibir un Premio Nobel, en concreto el de Física, en 1903. Ocho años más tarde, en 1911, recibió un segundo Premio Nobel, esta vez de Química, convirtiéndose así en la primera persona en recibir dos Premios Nobel en categorías distintas. Su hija mayor, Irène Curie-Joliot, también dedicó su vida a la ciencia y, al igual que su madre, consiguió un Premio Nobel de Química por sus investigaciones.
Fue una física sueca de origen austriaco que, junto con su compañero de investigación, Otto Hahn, trabajó en el estudio de elementos radiactivos. Aunque ambos investigadores tuvieron que separarse cuando Lise se vio obligada a abandonar la Alemania nazi en 1938 debido a su origen judío, pudieron continuar con su colaboración por correspondencia. Lise fue quien calculó la energía liberada en la fisión nuclear y quien acuñó dicho término. Otto Hahn ganó un Premio Nobel por este descubrimiento, mientras que Lise Meitner no fue tomada en consideración por el Comité del Nobel.
Rosalind Franklin supo desde muy joven que quería ser científica. Aunque al principio su padre rechazó la idea, finalmente Rosalind se doctoró en Química en la universidad de Cambridge. Trabajó en el laboratorio de King’s College, en Londres, donde logró hacer una fotografía que mostraba la doble hélice del ADN. Otro investigador del mismo laboratorio, Maurice Wilkins, mostró la imagen a otros dos compañeros y juntos publicaron el descubrimiento en la revista Nature. En 1962, estos tres investigadores recibieron el Premio Nobel por el descubrimiento de la doble hélice del ADN, pero Franklin había fallecido cuatro años antes por cáncer de ovario.
Fue una de las más notables científicas españolas, doctorada en Biología por la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó durante tres años con Severo Ochoa en la Universidad de Nueva York, centrando sus investigaciones en el campo de la biología molecular. Una de sus principales contribuciones a la ciencia fue el descubrimiento del ADN polimerasa, que es el responsable de la replicación del ADN.
Esta científica australiana, doctorada en Biología Molecular, ganó un Premio Nobel de Medicina en 2009 por descubrir la telomerasa. Esta enzima alarga los telómeros, que son los extremos de los cromosomas, e influyen directamente en la vida de las células. Sus investigaciones sobre la telomerasa contribuyen al estudio de terapias contra el cáncer.
La labor científica de esta doctora española especializada en biología molecular se centra en la investigación de procesos de proliferación, diferenciación, competición y muerte de las células. Flora de Pablo ha combinado su labor científica con la lucha por el reconocimiento del trabajo de las mujeres en la ciencia a través de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas.
La ONU estima que alrededor del 90% de los trabajos del futuro necesitarán personas formadas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Se crearán aproximadamente 58 millones de puestos de trabajo en estas categorías. Pero la ONU señala otro dato: menos del 30% de los investigadores del mundo son mujeres.
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