Somos conscientes de la importancia de cuidar nuestra salud y también debemos serlo de la necesidad de proteger nuestro entorno. La conciencia ambiental es un aprendizaje necesario, con independencia de nuestra edad o de nuestros conocimientos. ¿Quieres saber cómo aumentar tu conciencia ambiental y de qué forma cambiar tus hábitos para proteger el medioambiente?
La conciencia ambiental es una filosofía de vida que se preocupa por el medioambiente y lo protege con el fin de conservarlo y de garantizar su equilibrio presente y futuro. Debemos ser conscientes de que uno de los aspectos que más deteriora la naturaleza es el hombre. La deforestación, la contaminación del aire, la contaminación del agua y el calentamiento global, por ejemplo, son consecuencia del estilo de vida que impera en nuestra sociedad. Así, la educación ambiental y la conciencia ambiental nos ayuda a darnos cuenta de que cada acción que realizamos en nuestra vida cotidiana tiene una repercusión en el medioambiente. El medio de transporte que utilizamos para ir a trabajar, el uso de bolsas de plástico, el tipo de energía que consumimos, todo influye.
La conciencia ambiental se puede fomentar de dos formas:
En la escuela se pueden llevar a cabo prácticas como la clasificación de residuos sólidos para tirar cada cosa en el contenedor que le corresponde; actividades enfocadas a la reutilización de materiales, y visitas a parques naturales para observar a los animales en su hábitat natural, lo cual ayuda a entender por qué es esencial proteger los recursos naturales.
Este tipo de actividades despiertan la conciencia ambiental desde la infancia y dan lugar a generaciones más respetuosas con la naturaleza y su entorno. Las acciones de sensibilización para fomentar la conciencia ambiental pueden ser muy diversas: desde eventos puntuales sobre temáticas concretas hasta campañas publicitarias que nos hagan reflexionar sobre nuestros hábitos diarios y cómo afectan a la naturaleza.
Los desplazamientos de personas también tienen un impacto medioambiental en el lugar en el que se realiza el asentamiento. Generalmente los bosques son los entornos más afectados, ya que la madera es el combustible más utilizado por las personas que se encuentran en esta situación. De hecho, para evitar la degradación de los bosques, ACNUR y la FAO publicaron un manual titulado “Gestión de bosques en entornos de desplazamientos” en el que proponen prácticas para proteger los bosques y, a la vez, cubrir las necesidades energéticas de las personas desplazadas.
Estas son algunas de las medidas que se recomiendan:
ACNUR trabaja para luchar contra el cambio climático y el impacto que producen los desplazamientos de personas. También es importante señalar que son las consecuencias del cambio climático lo que hace que millones de personas tengan que desplazarse y huir de sus hogares.
En definitiva, la educación ambiental y la conciencia ambiental nos invitan a cambiar nuestros hábitos diarios y a abrir los ojos para ver qué sucede a nuestro alrededor. ¿Te apuntas a cambiar tus hábitos para frenar el cambio climático?
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