Deporte y refugiados: el camino hacia una nueva vida Deporte y refugiados: el camino hacia una nueva vida

Deporte y refugiados: el camino hacia una nueva vida

El 6 de abril es el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, establecido así por la Asamblea General de Naciones Unidas desde 2013, para visibilizar a nivel...

6 de abril, 2022

Tiempo de lectura: 4 minutos

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El 6 de abril es el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, establecido así por la Asamblea General de Naciones Unidas desde 2013, para visibilizar a nivel mundial todo el potencial que tiene el deporte al momento de garantizar los derechos humanos, promover la integración y la solidaridad y superar los obstáculos.

También es un día para que los estados miembros de ONU y aquellas organizaciones internacionales competentes trabajen para crear conciencia y estimular las virtudes de la práctica deportiva. Existen muchos proyectos en los que deporte y refugiados son dos cosas que van de la mano para la superación y dar una nueva vida a aquellas personas que lo han perdido todo, como, por ejemplo, las que involucran a los refugiados en las iniciativas olímpicas.

Gabriyesos huyó del conflicto en Eritrea cuando tenía 12 años y tuvo que afrontar una larga caminata a través de Sudán y Egipto, llegando a cruzar parte de un desierto a pie. Ahora vive en Israel y ha participado en el equipo olímpico de los refugiados en la modalidad de maratón, un equipo que compartió con la nadadora siria Mardini y con otras personas amantes del deporte que tuvieron que huir de sus países por la violencia, pero que encontraron una nueva oportunidad para rehacer sus vidas.

El deporte en los refugiados cumple un rol fundamental también en los casos de discapacidad, donde las dificultades se suman y es imprescindible ayudar a que los seres humanos puedan desarrollar sus vidas y cumplir sus sueños. De esta manera, ACNUR ha trabajado para asegurar que el Equipo Paralímpico de Atletas Refugiados puede tener representación y un desarrollo óptimo. Se trata de personas refugiadas que son un ejemplo de esperanza e inclusión, en un mundo en el que, de los 82 millones de personas desplazadas, 12 millones tienen algún tipo de discapacidad.

El deporte para proteger a la niñez refugiada

“Más que un pasatiempo, el deporte tiene el poder de devolver la normalidad a vidas que han sido destrozadas por la guerra, el conflicto o la persecución, y de ayudar a que la niñez y juventud sanen y reconstruyan sus vidas”, dice Dominique Hyde, Directora de Relaciones Exteriores de ACNUR, haciendo hincapié en el papel fundamental del deporte en el bienestar mental y físico de las personas y en su protagonismo a la hora de desarrollar habilidades durante la infancia.

ACNUR da especial prioridad a la puesta en marcha de diferentes programas y alianzas deportivas destinadas a todas aquellas personas que han sido desarraigadas a causa de conflictos armados. El deporte en los refugiados sirve como motor de un cambio positivo y empodera a las comunidades, fortalece los lazos sociales y mejora la vida de las personas desplazadas y apátridas.

El deporte, además, es un factor clave para la protección de la infancia y el fortalecimiento de los entornos de protección de la juventud, reduciendo los riesgos de abuso, negligencia, explotación y violencia.

Por todos estos motivos, ACNUR trabaja junto al Comité Olímpico Internacional y al Comité Paralímpico Internacional, además de organizaciones como la UEFA, la Federación Internacional de Judo y Special Olympics International para expandir las posibilidades de que la población refugiada pueda acceder al deporte en el más alto nivel y les sirva como una oportunidad para ganarse la vida y obtener becas.

Un acuerdo histórico

El acuerdo reciente entre el FC Barcelona y ACNUR implica un paso más en el camino de unir deporte y refugiados en pos de brindar una vida mejor a todas las personas que han tenido que huir de sus hogares a causa de la violencia.

De esta manera, el logo de ACNUR-UNHCR estará estampado desde el 1 de julio de 2022 en la parte trasera de la camiseta del FC Barcelona del primer equipo masculino y femenino de fútbol y en el del equipo Fundación Barça Genuine. Esto implica un aporte de 400.000€ por temporada para cuatro proyectos de ACNUR en terreno que tienen que ver con niños y jóvenes refugiados, además de la donación de material deportivo y artículos del FC Barcelona y asesoramiento de especialistas de la Fundación FC Barcelona en materia deportiva.

Esta noticia llega unos días antes de que un grupo de futbolistas de primera línea, tres de ellos antiguos refugiados, lideraran una iniciativa entre ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) que tiene que ver con recaudar fondos para ayudar a las personas desplazadas dentro de Ucrania y aquellas que han tenido que huir del país. Se trata de la campaña global #FútbolxUcrania y demuestra que deporte y refugiados son dos elementos que deben unirse necesariamente para mejorar la vida de millones de personas.

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