Los derechos de la mujer en el mundo

Una de las preocupaciones principales que la ONU ha mantenido desde su creación es el respeto de los derechos de la mujer en todos los órdenes. Esto significa trazar acciones basadas en la necesidad de igualdad como la base fundamental para el acceso a la educación, la salud y el trabajo, además de la promoción a puestos de liderazgo y de toma de decisiones. En su carta fundacional, la ONU destaca en su artículo 1 la importancia de la cooperación internacional para garantizar “respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”.

Durante los años 70, el movimiento feminista ganó fuerza en todo el mundo en la lucha por sus reivindicaciones. Y la Asamblea General de la ONU declaró 1975 como el Año Internacional de la Mujer. Cuatro años más tarde, se creó la CEDAW, una convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación sobre la mujer y que, en sus 30 artículos, logró consolidarse como una Carta de Derechos de la Mujer de carácter internacional.

En 2010 nació ONU Mujeres, una fusión de cuatro organizaciones que, a partir de entonces, actúan mancomunadas en la reivindicación de los derechos de la mujer fundamentales en todo el mundo. Este organismo también tiene una participación activa cada 8 de marzo durante el Día Internacional de la Mujer, además de promover políticas de lenguaje inclusivo y de prevención contra la violencia de género.

Derechos de la mujer por países

Un informe muy detallado del Banco Mundial describe cómo es el estado actual de los derechos de la mujer en los diferentes países. El organismo internacional se basó en los casos de 173 estados alrededor del mundo.

El primer dato que arroja la investigación es que 155 países tienen al menos una ley aprobada que afecta directamente a los derechos de la mujer. Existen leyes prohibitivas en países como Francia, donde las mujeres no pueden trabajar en empleos que requieran cargar más de 25 kilogramos o en Argentina, donde se les están vedados los empleos vinculados a cortar o pulir vidrio o el engrase de máquinas en movimiento o la carga y descarga en barcos. Y el caso de Rusia hay un total de 456 empleos prohibidos para las mujeres.

Según el Banco Mundial, los países que no presentan ningún tipo de prohibición para ningún trabajo al que puedan acceder las mujeres son: España, Kosovo, Eslovaquia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Malta, Namibia, Estonia, Hungría, Serbia, Canadá, Taiwán, Puerto Rico, Holanda, República Dominicana, México y Perú.

En países como Qatar o Irán, los esposos tienen la potestad legal para impedir que sus esposas trabajen. Y en Barbados, Egipto y Uganda, las mujeres deben solicitar el permiso de sus maridos hasta para sacar un pasaporte.

Violencia de género: la importancia de la autodefensa

La violencia de género sigue siendo un problema recurrente en muchos países. Sin ir más lejos, hace poco en España se registró la víctima número 1000 desde el año 2003. Es verdad que en 2004 se aprobó en el país una ley integral contra la violencia de género, pero las 1000 muertes confirman que sigue siendo un problema serio en todo el territorio español.

Según ONU Mujeres, una de cada tres mujeres sufrirán algún tipo de abuso sexual o físico a lo largo de su vida. Y esto se agrava en el caso de las mujeres refugiadas, que se encuentran en mayor grado de vulnerabilidad y de indefensión tras huir de sus hogares. Por ejemplo, en África se reportan reiteradas violaciones a mujeres refugiadas y son muchas las que reciben asistencia médica o psicológica por este motivo. En Jordania, ACNUR ha activado un programa de clases de autodefensa para aquellas mujeres refugiadas que se encuentren en situación de riesgo de sufrir violencia de género.

El objetivo principal de este proyecto es evitar que se vulneren los derechos de la mujer y, al mismo tiempo, incentivar entre las mujeres refugiadas su propio autoestima y disminuir la sensaciones de frustración y de ira.