Cada año, el 10 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, una iniciativa impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2001 para concienciar sobre la importancia de la ciencia en la promoción de la paz y el desarrollo sostenible. Este día no solo subraya la relevancia de los avances científicos en la mejora de la calidad de vida, sino que también aborda la necesidad de un uso ético y responsable de la ciencia en beneficio de las sociedades a nivel mundial.
Este año, el tema de la celebración es "Fomentar la confianza en la ciencia", en un contexto en el que el papel de la ciencia y la evidencia científica enfrenta crecientes cuestionamientos y escepticismo en algunas partes del mundo. El enfoque central se dirige a construir y fortalecer la confianza de las personas en la ciencia, fomentando una mayor transparencia, comunicación y acceso al conocimiento científico. Además, la UNESCO destaca que la confianza en la ciencia es clave para una toma de decisiones informada, tanto a nivel social como político, especialmente en temas cruciales como el cambio climático, la salud pública y la seguridad alimentaria.
Además, este año se celebra en el marco del Decenio Internacional de las Ciencias para el Desarrollo Sostenible (2024-2033). Esto ha brindado la oportunidad de implicar a un público más variado, poniendo el foco en los jóvenes y en participantes que no pertenecen al ámbito científico, en la exploración del papel de la ciencia en un mundo digitalizado en continua evolución. Los y las jóvenes podrán preguntar a importantes científicos sobre cómo nos afecta la ciencia en nuestro día a día y a encontrar soluciones a los retos globales.
El Día Mundial de la Ciencia también sirve como una plataforma para promover la colaboración internacional en proyectos científicos, en los cuales la cooperación entre países puede generar soluciones sostenibles a los desafíos globales. La UNESCO ha hecho un llamamiento a gobiernos, científicos y ciudadanos a participar activamente en eventos, seminarios, conferencias y actividades educativas, y a apoyar políticas que promuevan el acceso igualitario al conocimiento científico y la inversión en investigación y tecnología. Estos eventos a debatir sobre la importancia de la ciencia en la resolución de problemas actuales y en la construcción de un futuro más seguro y equitativo.
En años recientes, la pandemia de COVID-19 puso en relieve la importancia de la ciencia en la gestión de crisis globales, demostrando cómo el conocimiento científico puede guiar respuestas efectivas para salvaguardar la salud y el bienestar de las personas. No obstante, también reveló la prevalencia de la desinformación y las teorías conspirativas, problemas que el Día Mundial de la Ciencia busca abordar mediante la promoción de un diálogo abierto y basado en hechos comprobables.
El Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo representa un recordatorio anual de que la ciencia es una herramienta vital para la paz, la innovación y el progreso de la humanidad. La UNESCO continúa abogando por una ciencia accesible, colaborativa y ética que fortalezca los vínculos entre la investigación científica y las necesidades de las sociedades globales.