Cuando la guerra en Siria alcanza su séptimo año, la situación sigue siendo insostenible para millones de personas que se han visto y se siguen viendo desplazadas...
Cuando la guerra en Siria alcanza su séptimo año, la situación sigue siendo insostenible para millones de personas que se han visto y se siguen viendo desplazadas de sus hogares. Tras las grandes operaciones en Raqqa y Deir ez-Zor, se han abierto nuevos frentes de combate en otros lugares que están agravando la crisis humanitaria provocada por el conflicto. Así está la guerra en Siria hoy.
Desde que en 2011 las protestas generalizadas contra el Gobierno degeneraran en un conflicto armado, la guerra en Siria hoy ha generado ya la peor crisis de refugiados de este siglo.
Cuando entramos en el séptimo año de guerra, 5,6 millones de personas han abandonado ya el país y otros 6,1 millones han sido desplazados internamente a causa de la violencia. Estos datos suponen que más de la mitad de la población ha sido obligada a abandonar sus hogares y muchos han sido desplazados en más de una ocasión.
Ninguno de los acuerdos de paz y alto el fuego que se han intentado implementar entre los diversos actores armados activos en el conflicto han logrado poner freno a una crisis que tiene a 13,1 millones de personas en necesidad de asistencia humanitaria.
La situación dispersa de los frentes de guerra, con más de 3 millones de personas atrapadas en zonas asediadas o de difícil acceso, dificulta de manera especial que la asistencia llegue a tiempo a las personas que lo necesitan.
Desde que comenzara el año se han producido nuevas operaciones militares, algunas en zonas que llevan padeciendo lo peor del conflicto desde el comienzo, como Guta Oriental, en los suburbios de Damasco, y otras que se habían mantenido hasta ahora alejadas de la violencia, como Afrin, enclave situado junto a la frontera noroccidental con Turquía.
Mark Lowcock, Secretario General Adjunto para los Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, declaró ante el Consejo de Seguridad el pasado 28 de febrero que, de no lograr que se hiciera llegar ayuda humanitaria a Guta Oriental, entonces sometida a duros bombardeos, podrían esperarse "más bombardeos, más combates, más muerte, más destrucción, más mutilación de mujeres y niños, más hambre, más miseria. En otras palabras, más de lo mismo".
En esa misma sesión, Lowcock habló de "decenas de miles de personas que se cree han sido desplazadas en Afrin", una región que, por haber estado relativamente al margen del conflicto hasta entonces, acogía una importante población desplazada de otros lugares del país. Los combates terrestres se han generalizado en ambas zonas en las últimas semanas, empeorando aún más la situación para la población civil.
Otras zonas del país que habían estado en el centro del teatro de operaciones militar, como Raqqa o Deir ez-Zor, han dejado atrás los combates desde finales del pasado año.
Sin embargo, la violencia sigue presente y la reconstrucción de ambas ciudades avanza muy lentamente, dificultado el regreso de la población desplazada. Según Lowcock, más de 100.000 personas viven actualmente en Deir ez-Zor, a pesar de que en torno al 80 por ciento de la ciudad estaría prácticamente destruida.
En Raqqa, por su parte, las condiciones continúan siendo inseguras para el regreso de los desplazados. Según Lowcock, 637 personas han sido heridas y más de 125 han muerto por explosión de material de guerra abandonado desde el pasado mes de octubre.
La ciudad carece de servicios médicos básicos y el acceso de trabajadores humanitarios sigue siendo muy limitado por las peligrosas condiciones.
De esta forma, nada parece indicar una mejora en la crisis humanitaria que la guerra en Siria ha provocado en estos últimos siete años. Las nuevas operaciones militares y la lenta recuperación de las zonas que se han visto afectadas durante años por la guerra indican que, como declaró hace un año Zeid Ra'ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la guerra en Siria hoy y mañana seguirá siendo "el peor desastre provocado por el hombre desde la II Guerra Mundial".
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