El deterioro de la emergencia en Venezuela, tanto en el ámbito político como en el social, ha provocado que se haya extendido la violencia, la inseguridad, las amenazas y...
El deterioro de la emergencia en Venezuela, tanto en el ámbito político como en el social, ha provocado que se haya extendido la violencia, la inseguridad, las amenazas y haya escasez de productos de primera necesidad tan imprescindibles como medicinas o alimentos.
Millones de personas en Venezuela se han visto obligadas a huir a otros países como Ecuador, Colombia o Perú en busca de asilo, protección internacional y ayuda humanitaria ante la situación de extrema necesidad.
Pero ¿qué pasa en Venezuela para que millones de personas lo dejen todo atrás?
Tradicionalmente Venezuela ha sido uno de los países más ricos de América Latina, gracias a la exportación de petróleo. Sin embargo, la economía del país no ha dejado de empeorar desde el año 2012, un desplome en parte provocado por la atmósfera de inestabilidad política.
El Producto Interior Bruto venezolano ha caído de forma continuada en los últimos cinco años y una grave inflación provoca que millones de venezolanos no puedan comprar alimentos ni medicinas. Esto afecta de forma severa a la salud de la población, especialmente a los grupos de riesgo como niños, personas mayores o mujeres embarazadas. Ante una situación de este calibre, ya son más de 4,5 los millones de personas que han tomado la decisión de huir del país en busca de seguridad y protección.
La huida de venezolanos es la mayor en la historia reciente de América Latina, según datos de ACNUR. El número de venezolanos que ya ha solicitado asilo en otros países ha aumentado en un 4.000% desde 2014:
Todavía hay miles de venezolanos que huyen de su país dejando todo atrás. Recorren caminos peligrosos, arriesgan la vida al cruzar el río Tachira, que separa Venezuela de Colombia, se enfrentan a la posibilidad de caer en manos de grupos armados y son susceptibles de sufrir violencia, tráfico humano y otras formas de explotación.
Miles de mujeres embarazadas huyen de Venezuela ante la falta de atención médica. Es el caso de Roxibel Pulido. Cuando se enteró de que el hospital de su barrio iba a cerrar, en Maracaibo, Venezuela, decidió que tenía que dejar Venezuela para salvar su vida y la de su futuro bebé.
“Si se diera alguna complicación, el hospital no me ayudaría y mi bebé podría morir”, explica Roxibel. “Cuando fui al hospital, no había electricidad; cuando quería que alguien me revisara para asegurarse de que las cosas estaban bien, no había nadie para dar consultas. Cuando quise una ecografía, me pidieron una cantidad absurda de dinero que no pude pagar”, dice.
Roxibel llegó a Maicao, Colombia, con sus hijos de tres y dos años. Ella y sus hijos estuvieron dos meses en la calle hasta que fueron acogidos en un centro de recepción de ACNUR. Una vez allí, el personal sanitario pudo comprobar el estado de salud de Roxibel, algo que no había sido posible hacer en Venezuela.