Muchas familias huyen de sus países para estar a salvo de las amenazas que ponen en riesgo sus vidas. Algunas lo intentan en el continente. Alemania es uno de...
Muchas familias huyen de sus países para estar a salvo de las amenazas que ponen en riesgo sus vidas. Algunas lo intentan en el continente. Alemania es uno de los países que más refugiados está recibiendo, no solo gracias a las ayudas gubernamentales, sino también a iniciativas privadas de familias y voluntarios a los que no les importa compartir su vida con personas que lo necesitan. Hoy queremos acercarte a la realidad de los refugiados que se encuentran en este país desde la perspectiva de una niña alemana que ha creado un blog donde cuenta sus historias.
Autora: Pauline Dörrich
Pauline Dörrich tiene 14 años y vive en Stuttgart, una localidad alemana. A pesar de su corta edad, ha podido ver los estragos que la guerra ha causado en las decenas de refugiados que viven en uno de los gimnasios de su ciudad,. Se trata de familias enteras que han llegado para retomar sus vidas y que están a la espera de una oportunidad. “Uno de esos niños podría haber sido yo”, cuenta.
Este espacio ubicado en la escuela Grundschule Alfred-Wais-Halle de Birkach se ha convertido en un centro de acogida temporal de refugiados que provienen, fundamentalmente, de Siria y Afganistán. Allí se alojan unas cien personas, entre las que hay familias que viven en un espacio muy reducido y que solo tienen acceso a servicios básicos de higiene.
Pauline visitaba de vez en cuando el gimnasio y se sintió conmovida por las historias de las personas que allí vivían; por eso decidió convertirse en su cronista e ilustrar a través de sus palabras un drama que desconocía hasta hace bien poco. Con la grabadora de su móvil, una cámara de fotos y una simple carpeta, lleva seis meses entrevistando a los que quieren contar su historia, dándoles voz para que sean escuchados.
Nuestra protagonista les pregunta, dónde han vivido, cómo han llegado hasta allí y cuáles son sus sueños y objetivos para empezar una nueva vida. Todas esas historias Pauline las plasma más tarde en su blog, “Refugee Kids of Stuttgart”. Si lo visitas, podrás ver decenas de relatos que te ayudarán a entender las historias que hay detrás de esta huida forzosa.
La idea del blog surgió a partir de un trabajo que le encargaron en clase: cada alumno tenía que elegir un tema y escribir sobre ello durante todo el año. Pauline escogió los refugiados de Alemania y sus historias. Ahora ya no es un simple trabajo de clase. “Con mi proyecto quiero llamar la atención. De momento he conseguido que algunos compañeros de clase de acerquen a jugar con los niños refugiados. Creo que es bueno, porque así se mueven y piensan en otras cosas”, dice mientras saluda a sus amigos y conocidos.
Pauline ha conseguido poner en marcha un proyecto muy maduro para su edad. Aunque solo tiene 14 años, es capaz de ponerse en la piel de estos refugiados, que han pasado por muchas situaciones difíciles para poder llegar allí. “Me doy cuenta de que son niños como yo, pero que han vivido muchas más cosas: situaciones que no puedo ni imaginar. Sus casas han sido destruidas. Parte de su familia ha muerto, y eso me entristece mucho. Uno de estos niños podría ser yo”, cuenta.
Pauline entiende desde sus ojos de niña las necesidades de otros como ella. “Todos somos iguales. Los niños refugiados en Alemania se alegran de tener amigos, porque aquí no conocen a nadie. Solo quieren entrar en contacto con la gente, y tienen buen corazón”, afirma. “Yo me lo paso muy bien con ellos. Son mis amigos”. Así, nuestra protagonista pretende demostrar que el rechazo que llegan a sufrir estas personas no debería suceder.
Autora: Pauline Dörrich
Este pueblo alemán cuenta con un barrio, Birkach, que ha cambiado mucho. A lo largo de sus cuatro calles nos podemos encontrar un par de restaurantes, un supermercado y una residencia de ancianos. Hasta hace seis meses era un sitio tranquilo y con pocos vecinos, pero ahora su escuela se ha convertido en un lugar de acogida para cien refugiados que quieren contar sus historias. Pauline ha conseguido hacer realidad sus sueños.
Estos refugiados se encuentran en una situación provisional en busca de una oportunidad mejor para poder reconstruir sus vidas. La mayoría ha tenido que huir de sus países por causa de la guerra, una situación que ponía en peligro su seguridad y la de sus familias. Todas estas personas salen de sus países con miedo y tristeza, pero saben que es necesario encontrar un sitio seguro. Por eso se embarcan en una travesía por el mar Mediterráneo, cruzan a pie varias fronteras, se arriesgan para encontrar un medio de transporte seguro y finalmente llegan a un país como Alemania, donde esperan poder empezar de cero.
Aunque es una situación difícil para todos ellos, los niños son los principales afectados. Dejan su infancia atrás para empezar una nueva vida, lejos de su familia y de sus amigos y con el eco de la guerra en su recuerdo. Por eso Pauline recalca la importancia de apoyar su inserción en la sociedad. Como niños que son, quieren jugar y conocer a personas nuevas al mismo tiempo que esperan alcanzar una situación más estable en la que puedan ejercer sus derechos, como ir a la escuela o contar con una vivienda digna en la que sentirse seguros y realizarse como personas. Por ello, para personas como Pauline, el rechazo que sufren en ocasiones en los países receptores no tienen sentido.
Sin duda, la iniciativa de esta pequeña alemana es una forma de dar voz a los que más lo necesitan y de entender la situación de los refugiados, que lo han perdido todo y que necesitan ayuda para contar con una nueva oportunidad. Si accedes a este blog, podrás encontrar varias historias que te conmoverán y que te ayudarán a entender por lo que están pasando millones de personas que llegan a nuestras fronteras buscando una nueva vida, un trabajo y un futuro.