Refugiados en Grecia: Lesbos al borde del colapso

Un espacio diseñado para 3.000 personas acoge, actualmente, a 19.000. En esta situación se encuentra el campamento improvisado de Moria, ubicado en la isla griega de Lesbos y hogar de miles de personas que llegan allí después de una odisea de muchas millas por el mar escapando de sus países.

Los refugiados y solicitantes de asilo que viven en Moria se quejan de las duras condiciones de hacinamiento que tienen que soportar. Por ejemplo, Sardar, un solicitante de asilo que llegó de Afganistán junto a toda su familia. Allí era médico y tenía casa, pero tuvo que huir y ahora debe esperar muchas horas para poder entrar al baño o para recoger la comida. “La vida aquí en Moria un día terminará y podremos ir a un buen lugar en el que tengamos un futuro”, dice Sardar, esperanzado pese a todo.

Un padre sirio que también vive en Moria junto a su familia cuenta que su hija de tan solo cuatro años perdió la audición durante el conflicto armado en su país, cuando un proyectil impactó contra su casa. Ella necesita ver a un especialista en Atenas, la capital griega, para acceder a un tratamiento completo y tener un diagnóstico adecuado a su problema, pero sigue esperando.  “Los niños de su edad deberían estar aprendiendo las primeras letras y a hablar correctamente y eso me parte el corazón”, dice su padre, apenado porque su hija, al no poder escuchar, no puede acceder al aprendizaje que le corresponde por derecho.

Petición de apoyo para los refugiados en Grecia

“Las condiciones de vida en las islas son estremecedoras y bochornosas”, ha asegurado Filippo Grandi, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y ha pedido que “Grecia, con el apoyo de Europa, debe actuar de inmediato para poner remedio a esta situación insostenible, además de poner en marcha medidas a largo plazo”.

ACNUR mantiene un trabajo constante tanto en Grecia como en Turquía junto a sus socios nacionales de Unicef, Media Luna Roja y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en la evaluación constante de la situación y garantizando la distribución permanente de ayuda humanitaria en donde sea necesario.

La urgencia del traslado de los solicitantes de asilo

Los callejones de Moria se llenan de basura y aumentan los cortes de luz y de agua. Las familias, por el contrario, mantienen sus carpas limpias y ordenadas, se iluminan con linternas y hacen hornos cavados en el suelo, mientras los niños se entretienen jugando al fútbol o las canicas, ya que muchos de ellos no tienen acceso a la educación. 

De los cinco centros de recepción que hay en las islas griegas del mar Egeo, el de Moria en Lesbos es el más grande de todos y el que recibe a la mayor cantidad de migrantes y solicitantes de asilo que llegan desde Turquía.

Una de las causas principales por la que tanta cantidad de gente vive hacinada en un espacio reducido es el traslado a pequeña escala de los solicitantes de asilo a instalaciones más adecuadas para vivir en la península. Ante esta paralización, muchas personas siguen llegando y aumentando el flujo de habitantes en este centro y con esto, generando un mayor hacinamiento y peores condiciones de higiene y de acceso a la comida.