El agua potable y de fácil acceso es fundamental para la salud. Necesitamos agua no solo para beber, sino también para cocinar o asearse. Cuando las personas se...
El agua potable y de fácil acceso es fundamental para la salud. Necesitamos agua no solo para beber, sino también para cocinar o asearse. Cuando las personas se ven obligadas a huir de su país para salvar su vida, se produce una situación de emergencia en la que el saneamiento y los suministros tienen un papel esencial, puesto que la falta de agua potable puede tener consecuencias muy graves.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Se estima que unas 842.000 personas mueren al año por la insalubridad del agua, debido a un saneamiento insuficiente o por mala higiene en las manos.
Un acto tan sencillo como lavarse las manos para evitar la transmisión de enfermedades puede ser imposible cuando un lugar ha sido destruido por la guerra. Por ese motivo, restablecer el suministro o crear un sistema de saneamiento en los campos de refugiados se convierte en la meta principal.
Para que te hagas una idea aproximada, en España consumimos 142 litros de agua por persona cada día, lo que supone casi 10 veces más del agua que se garantiza por persona en un caso de emergencia.
En África, se encuentran algunos de los países más pobres del mundo y donde existen más conflictos que siguen activos a día de hoy. Además, de los conflictos, el clima afecta a la escasez de agua.
En los casos de emergencia ACNUR actúa en varios sentidos:
Algunos de los proyectos que desarrolla ACNUR en lo que respecta al saneamiento y suministros de agua son los siguientes:
Tu ayuda para que las personas refugiadas puedan tener acceso a agua potable es fundamental. Puedes colaborar con nosotros con una aportación, haciéndote socio y difundiendo nuestro mensaje, entre otras opciones.
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