Trabajar con niños es una de las actividades más gratificantes que puedes hacer. No solo aprenderán ellos, sino que con cada juego y cada acción aprenderá...
Trabajar con niños es una de las actividades más gratificantes que puedes hacer. No solo aprenderán ellos, sino que con cada juego y cada acción aprenderás tú también. Para que el trabajo sea efectivo será necesario que utilices una serie de pautas, por lo que te damos siete consejos básicos.
Cada niño es muy diferente: siente y comprende el mundo que le rodea de forma distinta a todos los demás. Por eso, tu trabajo inicial consistirá en conocerlo de forma individual y saber adaptarte para sacar lo mejor de él y de ti mismo.
Antes de comenzar la actividad programada (una clase de dibujo o de gimnasia, por ejemplo) habla de la meta que vais a trabajar. ¿Qué es lo que habrán aprendido al final de la clase? Díselo; les ayudará a centrarse y a saber qué tienen que hacer.
Además, tendrás que explicarles qué pasos vais a seguir para alcanzar esa meta: qué haréis en cada paso y cómo tendrán que hacerlo. Pon ejemplos con dibujos o imágenes; seguro que los entienden muy bien.
Trabajar con niños requiere una sensibilidad especial. Las muestras de cariño son fundamentales cuando se trata de los niños. Su percepción de sí mismos se está formando y es importante que se genere confianza para que puedan aprender. Refuerza su autoestima, hazles ver las cosas buenas que tiene cada uno, sonríe y haz que sonrían. Transmite tu alegría.
La paciencia es esencial en cualquier trabajo y cuando se trata de niños aún más. Habrá cosas que tendrás que repetir muchas veces para que vayan aprendiendo; tendrás que buscar formas creativas de hacerles entender comportamientos que deben evitar o actitudes positivas.
Equivocarse es la forma en la que aprendemos y maduramos, así que deja que los niños cometan errores, que sepan sacar una lección de cada error. Enséñales cómo hacerlo para que afronten cada situación con curiosidad y alegría.
Cada logro, por pequeño que sea, debe celebrarse. Los niños necesitan que les muestres las cosas que hacen bien, que les alientes a seguir y que les ayudes a ver sus fortalezas. No hace falta una gran fiesta; puede bastar con un abrazo fuerte o un caramelo.
Los niños son curiosos por naturaleza, pero no todos se atreven a preguntar cuando hay otras personas delante, así que tendrás que ser tú quien le ayude a participar preguntando por su opinión u organizando alguna actividad que le anime a hablar.
El trabajo con niños debe ser divertido para ti y para ellos. Aprenderán sin darse cuenta y cada lección será como un juego. Tendrás que poner toda tu creatividad en la actividad que realices para generarles emoción y que se lo pasen bien.
Trabajar con niños es todo un reto y a la vez tiene una recompensa enorme: sus sonrisas.
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