A raíz de una guerra que lleva ocho años azotando al país, cuando la gente piensa en Siria no suele asociarla con el turismo. Sin embargo, antes...
A raíz de una guerra que lleva ocho años azotando al país, cuando la gente piensa en Siria no suele asociarla con el turismo. Sin embargo, antes del conflicto contaba con una gran cantidad de joyas históricas y de paisajes de ensueño que se están perdiendo de manera irrecuperable a medida que se prolonga el conflicto.
Siria se encuentra en la costa oriental del Mar Mediterráneo y a causa de la guerra ha perdido auténticos emplazamientos históricos que conformaban un patrimonio único en el mundo. De hecho, hay muchos enclaves declarados Patrimonio de la Humanidad por Unesco que se vieron afectados por las bombas de este conflicto que no tiene fin desde 2011.
Uno de los sectores clave del turismo en Siria es Palmira, cuyo varios templos históricos han quedado destruidos. Esta ciudad está emplazada en el centro del país, como parte central de la región de Homs, un punto clave entre Oriente y Occidente. En sus más de 2.000 años de antigüedad, había sobrevivido a los ataques más diversos en diferentes momentos de la historia.
Otro punto álgido es Alepo, una ciudad que data del siglo XII y hoy está considerada en grave peligro tras la destrucción de su Gran Mezquita y del zoco Al-Medina. Esta localidad fue un punto fundamental de diversos imperios, como el Bizantino, el Romano o el Hitita.
Otro de los puntos importantes del turismo en Siria que se encuentra en peligro es la histórica ciudad de Damasco, su capital, con 4.000 años de antigüedad. Si bien es la que menos ha sufrido los embates de la guerra, está ubicada muy cerca de diferentes focos de conflicto, por lo que el estado de alerta es permanente y también figura entre los patrimonios históricos de la humanidad de Siria que están en grave peligro.
Antes de la guerra, el turismo en Siria se concentraba en Damasco, donde el color y el ambiente de los mercados callejeros reflejaban una región multicultural y con mucha vida que atraía a turistas de todo el mundo. Y que era un ejemplo de tolerancia entre el islam y el cristianismo.
La lista de los sitios de turismo en Siria que son Patrimonio de la Humanidad y que se encuentran en peligro no se acaba aquí. También hay que mencionar el Castillo de Crac de los Caballeros, una de las construcciones más emblemáticas de la Edad Media y que sirvió de refugio de los cruzados que iban a Tierra Santa.
La ciudad vieja de Bosra fue la antigua capital de la provincia romana de Arabia y también un tramo fundamental de las rutas de caravanas que se dirigían a La Meca. Es otro de los enclaves históricos fundamentales del turismo en Siria, donde aún se mantienen en pie sus sólidas murallas y un teatro romano del siglo II en excelente estado de conservación, además de algunas mezquitas históricas y vestigios arqueológicos paleocristianos.
Las aldeas antiguas del norte de Siria, un complejo de cuarenta aldeas dentro de ocho parques arqueológicos, resultan fundamentales para conocer el periodo de la época bizantina y la antigüedad tardía en Siria.
Entre sus principales vestigios arquitectónicos figuran templos, baños termales, viviendas y cisternas en muy buen estado de conservación. Y aún se conservan las ruinas de las técnicas agrarias e hidráulicas que los romanos instauraron en la región, lo que resulta muy útil para el turismo en Siria ya que el visitante puede descubrir secretos de la vida cotidiana en la Antigüedad.
Siria tiene mucho que ofrecer para el turismo, además de todo lo mencionado. De hecho, hay muchas regiones del país que han ingresado en la lista de espera de Unesco para formar parte del Patrimonio Histórico de la Humanidad. Son, en total, doce sitios en Siria los que están esperando el reconocimiento: la antigua ciudad portuaria de Ugarit, las Norias de la fortaleza de Hama, la ciudad de Ebla con su archivo de tablas cuneiformes de 2.500 años de antigüedad, Mari, Dura Europos, Apamea, el castillo en medio del desierto de Qasr al-Hayr ach-Charqi, Maalula, la ciudadela de Tartus, la ciudad abasí de Al Raqa, la isla de Arwad y los sitios del Valle del Éufrates.
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