Entre los siglos VIII y XI d. C., es decir, en plena Edad Media, un pueblo proveniente del norte de Europa causaba curiosidad y miedo al mismo tiempo: eran los...
Entre los siglos VIII y XI d. C., es decir, en plena Edad Media, un pueblo proveniente del norte de Europa causaba curiosidad y miedo al mismo tiempo: eran los llamados vikingos, que vivieron en una época en la que se configuró gran parte del mapa occidental, en especial de los actuales estados europeos.
¿Cuánto sabes sobre los vikingos? ¿Podrías señalar algunas de sus características más relevantes? ¿Qué legado conservamos hoy día de ellos?
Los mitos de la época decían que los vikingos eran seres fortísimos, casi gigantes, que portaban espadas y hachas con las cuales podían destruir todo lo que encontraban a su paso. Vivieron durante más de 200 años en numerosos poblados que iban desde Kiev, la actual capital de Ucrania, hasta Reino Unido y Noruega.
Originarios del extremo norte de Europa, se sabe que su migración hacia el resto del continente comenzó a finales del siglo VIII, cuando una serie de cambios demográficos y sociales impulsaron a que muchos de ellos emprendieran ruta hacia otros destinos.
De hecho, expertos en la navegación marítima como eran, muchos se aventuraron a llegar hasta Groenlandia y probablemente hasta algunas costas de América, aunque por cuestiones que aún no están del todo claras no llegaron a establecerse allí. De haber sido así, hubiesen sido los primeros en colonizar las tierras en las cuales desembarcó Cristóbal Colón varios siglos más tarde.
En cuanto a la Península ibérica, los vikingos invadieron y destruyeron ciudades como Santiago de Compostela, Oviedo y Lisboa, y pasaron de largo hasta alcanzar Andalucía y las islas Baleares, Sicilia y Tarento. Si bien fueron expulsados por los bárbaros que en ese tiempo habitaban en los reinos europeos, muchos de ellos firmaron acuerdos y se establecieron en el continente, tal como sucedió en el actual territorio de Normandía.
Hablar de los vikingos es por lo general apelar a valores como la fortaleza, la resistencia física y las artes de la supervivencia por las armas. Sin embargo, no solo hemos heredado estos aspectos de aquel pueblo de hombres altos y robustos. Veamos otros elementos con los que contribuyeron a la cultura europea actual:
Fue una de las expresiones artísticas más significativas de los vikingos, aunque se mantuvo subordinada a otras artes durante casi toda su existencia. Destacó especialmente la fabricación de moldes arcillosos.
Es una seña de identidad de este pueblo, en especial las tallas que se hacían en la madera de los barcos. Hubo artistas que alcanzaron cierto renombre en esta técnica, con la que reflejaban la naturaleza y el entorno.
No solo los griegos contribuyeron al sistema democrático y asambleario que se ha llevado a la práctica en varios países europeos. Los granjeros vikingos se reunían en las denominadas cing, una especie de asambleas donde se debatían los aspectos más importantes de la comunidad. Además, conviene recordar que las mujeres gozaban de un alto grado de independencia y conservaban muchos de los derechos que se reivindicaron siglos más tarde.
Los vikingos, que vivieron en una época particularmente convulsa, influyen más de lo que creemos en nuestro presente. Basta con mirar a nuestro alrededor para hallar los rasgos de su legado. ¿Se te ocurre alguno más?
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