12,7 millones de menores refugiados sufre las consecuencias del coronavirus
Aunque el virus del COVID-19 no provoca síntomas en la mayoría de los niños, esta pandemia global les afecta en otros aspectos de su desarrollo, como la educación. Para los 7,1 millones de niños, niñas y adolescentes refugiados, la falta de acceso a la educación puede tener consecuencias irreversibles.
Poder ir a la escuela antes del coronavirus ya era todo un reto para la niñez refugiada de todo el mundo: 3,7 millones no podían hacerlo. Ahora, con el cierre de escuelas provocado por el coronavirus, son todavía más los niños y niñas refugiados que se han visto obligados a interrumpir su educación. Puede que alguno de ellos ni siquiera pueda volver a estudiar.
La falta de acceso a la educación no solo repercute de forma directa en las oportunidades de futuro de los niños y niñas refugiados: también afecta a su alimentación y seguridad. El cierre de colegios deja a muchos menores refugiados sin acceso a agua potable y sin una alimentación adecuada.
Ayúdanos a que los niños y niñas refugiados puedan tener acceso a educación a pesar de las medidas de confinamiento. Firma ahora por la educación de los niños refugiados durante la pandemia.
¿Qué reclamamos?

Educación

Alimentación

Protección

Enseñanza online para los niños y niñas refugiados
En el campo de refugiados de Dadaab, en Kenia, los niños y niñas pueden continuar estudiando a pesar del cierre temporal de las escuelas a causa del coronavirus. Los menores pueden seguir las clases a distancia gracias a la radio: los profesores están dando clases a través de la emisora de radio local.
ACNUR ha ampliado las inversiones en la educación a distancia online y offline, distribuyendo libros de texto para facilitar el aprendizaje, fomentando la emisión de las clases a través de la radio y apoyando el acceso de los menores refugiados a la educación local.