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Año tras año, el informe de Tendencias Globales de ACNUR constata la terrible realidad del desplazamiento en el mundo: el pasado año, 2023, terminó con una cifra impactante de personas refugiadas y desplazadas en el mundo, llegando a los 117,3 millones. La guerra en Sudán que, comenzó en abril del año pasado, provocó que este número aumentara considerablemente con respecto a los anteriores. Este conflicto, junto a desplazamientos de emergencias anteriores como República Democrática del Congo, Palestina, Myanmar, Ucrania, Afganistán o Siria, han hecho que a día de hoy la cifra total supere los 120 millones de personas.
En los últimos años, y tras alcanzar los 100 millones de personas desplazadas, cada cifra se vuelve histórica y supera a la anterior. En la actualidad, una de cada 69 personas en el mundo fue desplazada por la fuerza, casi el doble que hace una década, cuando eran 1 de cada 125. Estos números son el reflejo del fracaso en el mantenimiento de la paz y la seguridad, puesto que la cruenta intensidad de los actuales conflictos se relaciona directamente con el aumento de personas que se ven obligadas a huir para salvar sus vidas.
El informe de Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado es la publicación anual más importante que realiza ACNUR y nos permite conocer cómo evoluciona el desplazamiento en el mundo. Tristemente, año tras año las cifras no dejan de crecer y no se avista un cambio en la tendencia para 2024. En este último informe, destaca que de 2022 a 2023 la cifra aumentó en 8,8 millones de personas, para alcanzar a término de 2023 el número de 117,3 millones de personas desplazadas por guerras, persecución, violencia y violaciones de los derechos humanos.
Del número total de personas desplazadas en el mundo, 43,4 millones son refugiadas, es decir, personas que han cruzado una frontera internacional, mientras que 68,3 millones son desplazadas internas, que continúan dentro de sus países de origen.
Una voluntad común de todas las personas refugiadas y desplazadas es la de poder volver a sus casas tan pronto como sea posible, de manera segura y voluntaria. En 2023 más de un millón de personas refugiadas volvieron a 39 países como Sudán del Sur, Ucrania, Afganistán, Siria o Nigeria, entre otros. Además, 5,1 millones de personas desplazadas internas también regresaron a sus lugares de origen en República Democrática del Congo, Ucrania, Etiopía, República Centroafricana y Mozambique.
Este informe no solo revela la elevada cantidad de personas refugiadas y desplazadas en el mundo, sino que también ofrece muchos otros datos interesantes.
Un aspecto destacado es que el 75 % de las personas refugiadas y otras necesitadas de protección internacional son acogidas en países de renta baja y media, es decir, en aquellos con menos recursos. De hecho, 45 de los países menos desarrollados, que representan menos del 1,4 % del PIB mundial, han recibido a más del 21 % de la población refugiada total.
Por otro lado, contrario a lo que se cree, la mayoría de las personas refugiadas acuden a los países vecinos de su entorno. Por falta de capacidad económica para ponerse a salvo más lejos del conflicto o por cercanía con la esperanza de volver pronto a casa, un 69% de ellas son acogidas en los países vecinos a su país de origen.
Otro dato interesante es que el 73% de todas las personas refugiadas y otras personas que necesitan protección internacional procedían de cinco únicos países: Afganistán (6,4 millones), Siria (6,4 millones), Venezuela (6,1 millones), Ucrania (6 millones) y Sudán (1,5 millones).
El conflicto en Sudán, a pesar de estar fuera del foco mediático, se ha convertido en la mayor crisis de desplazamiento interno jamás registrada en el mundo. Tan sólo en 2023, al menos 5,8 millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares tras el estallido del conflicto entre el gobierno y las fuerzas paramilitares, aumentando el número de personas desplazadas internamente hasta los 9,1 millones al término del año. Una cifra que tristemente sigue aumentando en la actualidad mientras el conflicto se deteriora.
En 2023 también empeoraron conflictos que llevan enquistados mucho tiempo, como en la República Democrática del Congo, Palestina, Myanmar, Somalia y Siria. Asimismo, a medida que avanzaba la guerra en Ucrania, se registraron unos 714.900 nuevos desplazamientos en 2023, hasta alcanzar los 3,7 millones de personas seguían desplazadas en el país a finales de año. Tampoco hay que olvidar las situaciones de desplazamiento de América Latina, donde países como Colombia, que cuenta con casi 7 millones de personas desplazadas internamente, acoge a 2,9 millones de refugiados de Venezuela.
"Detrás de estas cifras crudas y en aumento se esconden innumerables tragedias humanas. Ese sufrimiento debe impulsar a la comunidad internacional a actuar con urgencia para atajar las principales causas de los desplazamientos forzosos."
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.