48 %
de los niños y niñas refugiados en edad escolar no están escolarizados.
77 %
de matriculaciones en primaria.
31 %
de matriculaciones en secundaria.
3 %
de matriculaciones en enseñanza superior.
El informe de ACNUR "Uniendo fuerzas por la educación de las personas refugiadas" subraya que la amenaza que pesa sobre la escolarización de las niñas refugiadas es especialmente preocupante. Según el informe de ACNUR, el Fondo Malala ha estimado que el 50% de las niñas refugiadas en educación secundaria podrían no regresar a clase cuando reabran tras la COVID-19. Otros niños y niñas tampoco podrían hacerlo por no poder pagar las tasas de matriculación, el uniforme o los libros, por la falta de acceso a tecnologías o porque se ven obligados a trabajar para ayudar a sus familias.
La pandemia de COVID-19 ha afectado a más de 1.600 millones de estudiantes, incluidos millones de jóvenes refugiados. La adaptación a las limitaciones impuestas por la COVID-19 ha sido especialmente dura para el 85% de las personas refugiadas que viven en países en desarrollo.
El infome de ACNUR describe el impacto de la pademia en la educación de los refugiados y subraya cómo el coronavirus amenaza con revertir los avances logrados en la educación de los refugiados durante las últimas décadas y con destruir los sueños y ambiciones de miles de jóvenes refugiados.