Emergencia Libia: el infierno de los refugiados

Libia: Torturas, abusos, tráfico sexual y esclavitud
Con solo 21 días de vida, Awtsane lleva tres países a sus espaldas. El pequeño refugiado de madre eritrea nacido en Libia ha conseguido ahora llegar a Italia al ser evacuado ante el riesgo que supone permanecer en el país. Es uno de los más de 2.500 refugiados en situación de vulnerabilidad que ACNUR trasladado a un lugar seguro.
Mientras tanto, los casos de abusos, torturas y venta de esclavos continúan en Libia y miles de mujeres y niñas son objeto de tráfico sexual. En los barcos de rescate en el Mediterráneo, los médicos de ACNUR comprueban las vejaciones sufridas por personas como Mamoudou, un joven nigeriano que consiguió escapar tras ser secuestrado durante 3 semanas sin apenas agua y comida.

Libia, de destino laboral al camino del infierno
Su posición estratégica entre el norte de África convirtió a Libia en un destino laboral próspero para refugiados y migrantes. Miles de personas cruzaban la frontera con la esperanza de volver a sus casas años más tarde con ahorros para reemprender su vida. Pero desde 2011, la situación en el país no hizo más que empeorar.
En 2017, ACNUR hizo un llamamiento desesperado para realojar a los refugiados más vulnerables en otros países. Casi dos años después, el número de muertos en el desierto de Libia sigue superando al del Mediterráneo.
Cada minuto cuenta.
ACNUR evacúa a 2.793 refugiados de Libia en 2018
Aunque muchos son migrantes económicos, más de una cuarta parte de quienes llegan a Libia son objeto de protección internacional. Personas procedentes de Sudán, Siria, Eritrea, Etiopía, Palestina, Somalia e Irak que no podían imaginar lo que encontrarían allí. La inestable situación y la falta de autoridades en Libia hace que la mayoría sean retenidos en centros ilegales, secuestrados y torturados, o les empuja a manos de traficantes.
ACNUR ya ha evacuado y reasentado a más de 2.793 refugiados, entregado 9.723 kits de emergencia y facilitado 1.604 consultas médicas.