Los campos de refugiados son asentamientos humanos con una anatomía y con características diseñadas para dar atención a aquellas personas que huyen de la guerra o...
Los campos de refugiados son asentamientos humanos con una anatomía y con características diseñadas para dar atención a aquellas personas que huyen de la guerra o de los conflictos armados. Generalmente se ubican en territorios fronterizos, lejos de las zonas de conflicto.
Surgieron a raíz de la Convención del Estatuto de los Refugiados, en 1951, y a partir de entonces se han convertido en una solución inmediata a las crisis migratorias y los desplazamientos forzados en el mundo.
Cuando un organismo internacional como ACNUR se moviliza a una zona afectada por una emergencia humanitaria, la prioridad es proporcionar atención y asistencia a las personas que se han visto afectadas por ella. Si bien es fundamental la intervención, también lo es la ayuda que se suministre de ahí en adelante, pues de ella dependerá la continuidad de la atención. Es lo que sucede, por ejemplo, en los campos de refugiados instalados en distintos puntos del mundo, como en uno de los campos de refugiados en Jordania. La logística supone una tarea previa de evaluación de la situación, la magnitud de la emergencia a la que se pretende dar respuesta y la coordinación y planificación para llevar a cabo el plan de atención y asistencia.
No obstante, los campos de refugiados no pretenden ser una solución a largo plazo. Al contrario, la atención que en ellos se presta es de carácter provisional, es decir, hasta que las condiciones sean propicias para que los refugiados puedan volver a sus países de origen y residencia en condiciones dignas.
Cuando eso no es posible, los organismos humanitarios gestionan diversas alternativas como el reasentamiento en un tercer país o la integración de las personas en el país de acogida. En ocasiones excepcionales se gestionan solicitudes de asilo, siempre que los países tengan desarrollados procedimientos de asilo y se pueda garantizar el estudio individual de cada caso.
En la mayoría de los casos, los campos de refugiados se construyen de forma improvisada y en emplazamientos que dificultan las tareas de atención. Esto se debe al carácter urgente con el que se crean, pues la mayoría de los conflictos armados surgen de manera inesperada. De hecho, en algunos casos son los propios refugiados los que diseñan y construyen sus viviendas.
Aun así, desde hace un par de décadas se han intentado fijar unos estándares que sirvan como referencia a la hora de construirlos.
Por ejemplo, en 1997 distintas ONG y algunos organismos de atención internacional publicaron el Proyecto esfera, una especie de guía sobre cómo deben actuar los agentes de atención y acogida en crisis humanitarias y en qué condiciones se deben realizar dichas tareas. El tema de los campos se aborda en uno de sus apartados.
Otro trabajo reciente que ha servido como referencia es el de la organización no gubernamental Norwegian Refugee Council, que en 2002 hizo un estudio sobre un campo en Sierra Leona y sus principales características.
El documento incluía los 25 elementos básicos que debe tener todo campo de refugiados, entre los que destacan: instalaciones de salud, calles, seguridad, infraestructura, colegios, zonas comunes, depósito de alimentos, sitios de ocio, mercado, saneamiento y residuos, etc.
Es común que al hablar de campos de refugiados el término suela confundirse con otro tipo de asentamientos temporales, como por ejemplo los que surgen de manera improvisada en situaciones de desplazamiento forzoso.
Aunque su función es muy similar, los campos de refugiados tienen una entidad distinta y unas características propias. Repasemos algunas de ellas:
La ayuda que se presta en los campos es exclusiva para las personas que huyen de conflictos armados y han tenido que abandonar sus países de origen. Aunque es cierto que en algunos casos también acogen a desplazados internos (aquellos que huyen de la guerra pero no llegan a salir de su país), lo normal es que la ayuda esté orientada a esta población.
Como ya dijimos, los campos son soluciones temporales. Su función principal no es el establecimiento de ciudades-campamento de forma definitiva. Tampoco quieren reemplazar a los estados en sus labores de asistencia.
Para que un campo de refugiados sea considerado como tal, es necesario que los organismos de atención y las autoridades del país donde se construye le otorguen dicha calificación. Es decir, que se reconozca su labor. Muchos campos han sido construidos de manera improvisada por los propios refugiados y solo al cabo de cierto tiempo se les concede ese estatus, lo cual beneficia la atención que en ellos se presta y las posibilidades de acoger a nuevos refugiados.
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