Al final de este post encontarás un test sobre la guerra de Siria para que puedas poner a prueba tus conocimientos acerca de este conflicto. La guerra de Siria...
Al final de este post encontarás un test sobre la guerra de Siria para que puedas poner a prueba tus conocimientos acerca de este conflicto.
La guerra de Siria ha traído numerosas consecuencias que el país difícilmente podrá superar a corto o medio plazo. De hecho, algunos especialistas señalan que solo la reconstrucción de las ciudades y los pueblos tardará casi tres décadas.
Se habla, igualmente, de la destrucción del tejido productivo del país, del cierre de empresas, de altos índices de desempleo, del abandono del campo y de la grave crisis por la que atraviesan sectores como el turismo.
No obstante, ninguna de estas cuestiones puede compararse con el drama humano que se ha vivido en el país desde el año 2011: más de 312.000 víctimas mortales, de las cuales casi 149.000 eran civiles, 16.000 de ellos niños, según los últimos datos ofrecidos por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos
Es, sin ninguna duda, la emergencia humanitaria más grave en lo que llevamos de siglo XXI, pues sus efectos han alterado considerablemente el equilibrio social tanto de la región de Oriente Próximo como del mundo en general.
Al número de víctimas mortales debemos sumarle el drama humano que ha supuesto para 4,8 millones de sirios el hecho de abandonar sus hogares y cruzar las fronteras del país en busca de un lugar más seguro. Huyen con escasos recursos y en muchos casos emprenden peligrosas rutas en las que arriesgan sus vidas.
Los que se quedan a mitad de camino pueden sufrir nuevos abusos y actos de violencia, tal como sucede con muchas mujeres y niños, quienes en su tránsito hacia otras zonas se convierten en esclavos sexuales de terceros.
En los campos de refugiados como el de Za’atari, en Jordania, se les garantizan unos servicios básicos durante el tiempo que dure su estancia. Sin embargo, los recursos son insuficientes y las condiciones no son las mejores. Muchos permanecen allí a la espera de que la situación mejore; otros buscan alternativas de residencia.
Finalmente, no debemos olvidar los cerca de 6,3 millones de personas desplazadas de sus hogares y que aún permanecen en el país: casi todos se han refugiado provisionalmente en los grandes centros urbanos, en pueblos o en zonas donde la guerra es menos palpable.
Todos estos datos esbozan un panorama preocupante para Siria en los próximos años. Si la guerra acabara ahora mismo, una de las consecuencias más evidentes sería la ruptura del tejido social y humano. Es decir, el país se ha quedado prácticamente sin una sociedad civil de la que puedan surgir iniciativas de desarrollo social.
Muchas de las relaciones habituales y las dinámicas características de la sociedad siria se han fracturado notablemente. En las ciudades y regiones imperan el miedo y la desesperación, lo cual dificulta la articulación de respuestas comunes para mitigar los efectos de este drama y atender las necesidades de las víctimas.
A esto hay que sumarle el hecho de que muchos sirios ya han iniciado una nueva vida en otros países, y aunque la guerra acabara pronto sería difícil que volvieran a ocupar el lugar que tenían en el momento en que se marcharon.