Cada día, vemos en los medios de comunicación y en las redes sociales diversas noticias y sucesos que tienen que ver con problemas graves de la sociedad actual. El hambre, la guerra, el cambio climático... son términos a los que desgraciadamente nos estamos acostumbrando. Son problemas que nos preocupan y sobre los que podemos actuar incluso con una pequeña contribución que, sumada a la de todos los demás, puede cambiar las cosas. Vamos a hacer un repaso a los 5 grandes problemas de la sociedad actual y sus consecuencias.
Según el último Informe mundial sobre las crisis alimentarias, en 2022 alrededor de 258 millones de personas en 58 países y territorios se encontraban en contextos de crisis con una inseguridad alimentaria aguda. El número de personas que requieren asistencia urgente en materia de alimentación, nutrición y medios de vida aumentó por cuarto año consecutivo en 2022. Esto supone un aumento de hasta el 22,7% con respecto al año anterior que el número era de 193 millones de personas en 53 países. “Más de 250 millones de personas se enfrentan actualmente a niveles agudos de hambre, y algunas están al borde de la inanición. Esto es inaceptable”, indicó el Sr. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, en el prólogo del informe
La existencia del hambre se debe a dos factores fundamentales: los conflictos y los cambios que se producen en el clima. Los conflictos tienen multitud de efectos desde el punto de vista alimentario en los países que los sufren, sobre todo si se alargan en el tiempo. La situación se agrava cuando la vida de las personas depende de la agricultura y cuando se producen dificultades para acceder a los alimentos en los mercados.
Es otro de los grandes problemas actuales de la sociedad. Cuando se habla de pobreza, es algo que va más allá de la falta de ingresos y recursos para tener unos medios de vida sostenibles, es también un problema de derechos humanos. Entre las manifestaciones de la pobreza, están el hambre, la malnutrición, el acceso limitado a servicios básicos como educación o sanidad, o la falta de vivienda.
De acuerdo con las estimaciones del Banco Mundial, el 12,7% de la población mundial vive con menos de 1,9 euros al día. Durante casi 25 años, el número de personas que viven en la pobreza extrema disminuyó constantemente pero esta tendencia se interrumpió en 2020 con la llegada de la pandemia del COVID-19, los conflictos y el cambio climático.
Según el informe de la FAO, la recesión económica que deriva de los conflictos reduce el empleo y los ingresos y, por lo tanto, la capacidad de las personas para alimentarse. Así mismo, en el mencionado informe se sostiene que la reducción de la pobreza es más importante en países pacíficos y estables. De hecho, se estima que cada año de violencia puede ralentizar la disminución de la pobreza en un 1%.
Se calcula que cada año más de 20 millones de personas se ven obligados a abandonar su hogar y trasladarse a otros puntos más seguros debido al cambio climático. La emergencia climática provoca fenómenos meteorológicos extremos como ciclones, huracanes, lluvias torrenciales que provocan inundaciones o sequías extremas durante periodos de tiempo muy largos.
Esto nos afecta a todos pero, especialmente, a la población más vulnerable del planeta, bien sea por su situación geográfica como por no disponer de los recursos necesarios para tomar medidas para evitarlo. Desgraciadamente, los países que menos han contribuido a la aparición del cambio climático son los que más se ven afectados por él.
Hoy en día hay cientos de conflictos y guerras activas por todo el mundo. Desde las más conocidas como la guerra en Ucrania hasta otras que no salen tanto en los medios de comunicación pero, que son igual de relevantes como la de Yemen, Siria o Sudán. Estos conflictos evidentemente no solo tienen consecuencias materiales sino humanas. Tener que huir de tu hogar sin nada implica que cambias de lugar, que afrontas el futuro con gran incertidumbre y que tu vida y la de tu familia pueden estar en peligro. Estas situaciones suelen generar, además, problemas que no son tan visibles como depresiones, ansiedad o miedo en los niños y niñas. La asistencia a los refugiados o desplazados internos, por lo tanto, no se puede centrar solo en satisfacer sus necesidades básicas de alojamiento y comida, sino que también debe extenderse a todas esas consecuencias menos visibles.
La discriminación por razón de la raza es una de las causas que origina el desplazamiento de miles de personas en el mundo, las cuales se ven obligadas a abandonar sus hogares. Este tipo de discriminación tiene, además, otras variantes que se reflejan en la limitaciones o requisitos a los solicitantes de asilo, la denegación del acceso a los servicios públicos en condiciones de igualdad o la negación de la nacionalidad, la incitación al odio o los abusos verbales y físicos. El miedo a la diversidad o a las personas que vienen de otros países suele estar en la base de esta discriminación. Por lo tanto, los refugiados que se encuentran en estas situaciones necesitan una protección especial.
La violencia de género puede ser otra de las causas de los desplazamientos forzosos. Supone un problema grave que pone en peligro la vida de las mujeres y las niñas, su integridad física y emocional y su desarrollo como personas. Por ese motivo, ACNUR las protege de forma especial para garantizar que reciban una asistencia integral. Y es que la mitad de la población refugiada y desplazada en el mundo son mujeres y niñas. Son ellas las que deben abandonar sus hogares, huir y exponerse a todo tipo de peligros durante el camino hasta llegar a un lugar seguro. Es importante, considerar que la violencia de género no es algo que solo afecte a la población refugiada sino también a mujeres de todas partes del mundo.
Cada uno de estos problemas de la sociedad tiene una consecuencia principal es el desplazamiento forzoso de las personas. Actualmente, hay 110 millones de personas desplazadas en el mundo, una cifra que no para de aumentar año tras año debido principalmente a las guerras, al hambre y al cambio climático. Y es que todos estos problemas están totalmente relacionados unos con otros y la consecuencia siempre es la misma: personas huyendo de su hogar en busca de un lugar seguro.
¿Conocías estos problemas actuales de la sociedad? Si quieres ponerte en acción puedes hacerte socio de ACNUR o colaborar con una donación.
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