Rahaf Mohammed al-Qunun, la chica saudí de 18 años que pasó varios días encerrada en el aeropuerto de Bangkok, llegaba hace dos días al Aeropuerto de Toronto en Canadá donde fue recibida por la Ministra de Asuntos Exteriores del país (a la derecha en la imagen).
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, acogía con satisfacción la decisión del Gobierno de Canadá de proporcionarle protección internacional.
“En la última semana, la rápida actuación del Gobierno de Tailandia al acoger temporalmente a Rahaf Al-Qunun y al facilitar la determinación de su condición de refugiada por parte de ACNUR, así como la decisión del Gobierno de Canadá de ofrecerle un reasentamiento de emergencia y organizar su viaje han sido fundamentales para la resolución exitosa de este caso. Rahaf Al-Qunun salió de Tailandia de camino a Canadá el viernes 11 de enero.”
Declaración de ACNUR sobre el reasentamiento.
Además, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, recalcaba que la difícil situación vivida por la joven saudita, Rahaf Al-Qunun, ha puesto el foco en la precaria situación de millones de personas refugiadas en todo el mundo: “La protección de los refugiados hoy en día, a menudo, se ve amenazada y no siempre puede garantizarse, pero en este caso el derecho internacional de los refugiados y los valores primordiales de la humanidad han prevalecido”.
A raíz del caso mediático de Rahaf Al-Qunun, en el que se ha tramitado un procedimiento de emergencia ante la urgencia de su situación, el Alto Comisionado ha aprovechado para reflexionar sobre la situación de otros miles de refugiados como ella.
“La sensibilidad política y las actitudes públicas hacia las personas refugiadas se han endurecido en algunos países en los últimos años y, al mismo tiempo, la solución del reasentamiento - el mecanismo gracias al cual Canadá ha aceptado a Rahaf Al-Qunun - está disponible solo para algunos de los 25,4 millones de personas refugiadas del mundo, normalmente las más vulnerables, como las mujeres en riesgo”, declaraba.
Ayuda a los refugiados