En el último Informe Semestral de Tendencias de ACNUR se analiza el desplazamiento forzado de personas durante los seis primeros meses del año. El resultado de dicho informe vuelve a confirmar que sigue creciendo la cifra de personas que se ven obligadas a dejar sus hogares, ya sea dentro de sus países o traspasando fronteras.
Este 2023 está siendo un período especialmente duro en lo que a desplazamiento forzado se refiere. En la primera mitad del año, los generadores de estos movimientos de personas han sido principalmente los conflictos, la violencia y los desastres naturales.
Por un lado, la guerra de Ucrania continúa, en Sudán comenzó en abril un conflicto que todavía no ha cesado y, además, sigue la crisis humanitaria prolongada de Afganistán y conflictos en República Democrática del Congo y Myanmar. Por otro lado, los efectos del cambio climático y los desastres naturales que provoca, afectan de manera directa a la población. Ha sido el caso de las sequías en zonas como el Cuerno de África o las inundaciones e inseguridad en Somalia.
“La incapacidad de la comunidad internacional para resolver conflictos o prevenir nuevos está llevando al desplazamiento y a la miseria. Debemos mirar hacia adentro, trabajar juntos para poner fin a los conflictos y permitir que los refugiados y otras personas desplazadas regresen a sus hogares o rehagan sus vidas”.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Según el informe, a finales de junio de este año, 110 millones de personas se habían visto forzadas a huir en todo el mundo, lo que supone un aumento de 1,6 millones con respecto al final de 2022. Es importante destacar que de esa cifra más de la mitad nunca llegan a cruzar una frontera internacional, por lo que son personas desplazadas, no refugiadas. Desgraciadamente, esa cifra no deja de crecer y en los tres meses siguientes a lo analizado por el informe, es decir, desde junio a finales de septiembre, ACNUR estima que el número de personas desplazadas forzosamente aumentó 4 millones, por lo que se eleva la cifra total a 114 millones de personas.
El 7 de octubre estalló el conflicto en Oriente Medio por lo que al formar parte este mes del segundo semestre del año, el informe no ha contemplado las posibles consecuencias de desplazamiento humano que surjan.
“El foco del mundo ahora está, con razón, en la catástrofe humanitaria en Gaza. Pero a nivel mundial, demasiados conflictos están proliferando o escalando, destrozando vidas inocentes y desarraigando a las personas”
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Tal y como expresa el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, a pesar de que el foco esté puesto en los conflictos de Oriente Medio o en Sudán… “la perspectiva de paz y soluciones para los refugiados y otras poblaciones desplazadas puede parecer lejana pero no podemos rendirnos. Con nuestros socios, seguiremos presionando y encontrando soluciones para las personas refugiadas”.
En el Informe Semestral de Tendencias también se muestra como los países que tienen ingresos bajos y mediados son los que acogen a la mayoría de la población refugiada, concretamente al 75 %. Otra cifra que también merece la pena destacar es que, en estos primeros seis meses del año, se ha llegado a la cifra más alta jamás registrada de nuevos solicitantes de asilo que llegó a los 1,6 millones.
El Informe también muestra las cifras de los retornos de personas refugiadas que ha crecido más del doble que durante el mismo periodo del año anterior, llegando a más de 404.000, aunque no todos lo hicieron de manera segura.
En cuanto a la población desplazada internamente, casi 2,7 millones retornaron a sus hogares durante el primer semestre de 2023. Una cifra que también ha aumentado a más del doble con respecto al año anterior.
En diciembre tendrá lugar en Ginebra el segundo Foro Mundial sobre Refugiados, lo que supone que este informe sea una especie de antesala del evento más grande del mundo sobre personas refugiadas y desplazadas. Esta gran reunión supondrá que gobiernos, personas refugiadas, organizaciones internacionales, autoridades locales, sociedad civil y el sector privado se reúnan para dar una respuesta global y buscar soluciones a estas cifras tan altas de desplazamiento humano.
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