Llegar al campo de refugiados de Dadaab: la historia de una familia somalí Llegar al campo de refugiados de Dadaab: la historia de una familia somalí

Llegar al campo de refugiados de Dadaab: la historia de una familia somalí

20 de enero, 2012

Tiempo de lectura: 2 minutos

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Shimoy, su esposa Hawo y sus cuatro hijos – Hassan de 8 años, Aden de 3, Saadiyo de 5 y el bebé Mohamed – caminaron durante dos semanas a través del desierto somalí para llegar al campo de Ifo, en Dadaab, Kenia. “Como muchos otros, no tuvimos más opción que huir” cuenta Shimoy “no ha llovido, todos nuestros animales han muerto, nos quedamos sin nada, y con el asedio de las milicias de nuestro país era imposible quedarnos en nuestro hogar”

 Octubre, 2011: La familia al completo llega a las puertas de Ifo y empieza su proceso de registro. “Hemos viajado por muchos días y nuestros hijos están fatigados” dice Shimoy “Queremos asentarnos lo más rápidamente posible”.

 Dentro del centro de registro, la familia recibe la pulsera identificativa de ACNUR, el primer paso en el proceso de registro que dura 2 días.

Después, los niños son revisados por médicos. Aquí un trabajador sanitario de ACNUR revisa a Mohamed de 8 meses para determinar su grado de malnutrición midiendo la circunferencia de su brazo. Ninguno de los hijos de Shimoy sufre malnutrición aguda.

 Tras la revisión médica, los niños son inmunizados contra enfermedades infecciosas. Esta es, muchas veces, la primera vez que los niños somalíes reciben atención médica. Hassan de 8 años, toma su jarabe anti-polio sin problemas, pero la vacuna contra el sarampión causa unas cuantas lágrimas.

 El siguiente paso es fotografiar a toda la familia y tomar sus huellas digitales. “Esta familia ahora puede recibir ayuda humanitaria” comenta el trabajador de ACNUR. “Tanto el gobierno de Kenia como nosotros sabemos que están aquí”.

 Fuera del centro de registro, Shimoy recoge los paquetes con materiales de primera necesidad que le facilita ACNUR, además de raciones de alimentos (deshidratados) y alimentación terapéutica para los niños.

Shimoy lleva los alimentos y materiales de primera necesidad al refugio de un familiar donde la familia se alojará temporalmente. “El viaje fue muy duro y nuestros hijos sufrieron mucho pero aquí estamos; este es un lugar seguro donde nos pueden ayudar; por primera vez en mucho tiempo estoy contento”. 

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