Sudán del Sur al límite: casi un millón de refugiados han llegado en el último año

En el último año, la población refugiada en Sudán del Sur se ha duplicado llegando a alcanzar la cifra del medio millón de personas que están instaladas en 30 localidades, principalmente en campos de refugiados en Maban, Jamjang, Wedweil y Gorom.

Esta cifra, impulsada por la guerra en Sudán, casi se ha duplicado desde 2023, lo que pone de relieve el gran impacto que está teniendo esta crisis humanitaria en la región. Sudán del Sur ha recibido el segundo mayor número de personas que huyen de Sudán, con más de 810.000 personas que han llegado desde abril de 2023.

Tal y como cuenta Marie-Helene Verney, Representante del ACNUR en Sudán del Sur: “La población de refugiados en Sudán del Sur casi se ha duplicado en menos de 18 meses y esperamos que la situación empeore. El conflicto en Sudán está afectando a Sudán del Sur más duramente que a cualquier otro país de la región y se suma a los inmensos desafíos que enfrenta la nación”.

Más de la mitad de los refugiados de Sudán del Sur se encuentran actualmente en el condado de Maban y otros 135.000 refugiados viven en la zona administrativa de Ruweng. Sin embargo, un número cada vez mayor de personas que acaban de llegar optan por establecerse en zonas urbanas, lo que presenta oportunidades y desafíos para la integración en las comunidades locales.

Antes de que estallara el conflicto de Sudán en abril de 2023, Sudán del Sur ya albergaba a 275.000 refugiados, la mayoría de los cuales procedían de Sudán y habían llegado hacía más de una década. Este hito crucial se produce en un momento en el que aproximadamente 2 millones de sursudaneses están desplazados internamente y tres cuartas partes de la población total necesitan asistencia humanitaria urgente.

El año 2024 ha planteado desafíos sin precedentes para Sudán del Sur. La crisis actual en Sudán ha perturbado gravemente las rutas de suministro y las exportaciones de petróleo, lo que ha aumentado la inflación y ha debilitado aún más la economía. Los precios de los productos básicos, incluidos los alimentos, se han disparado, lo que limita los recursos disponibles en las comunidades de acogida y dificulta enormemente la integración de los recién llegados.

Parece que la única solución, pasa por el fin del conflicto en Sudán: "Sudán del Sur está conmocionado y no puede seguir soportando tanto sufrimiento”, cuenta Verney. Mientras tanto, ACNUR y sus socios humanitarios han estado en primera línea de la respuesta humanitaria y "ahora están pidiendo a otros que se unan a los esfuerzos para ayudar a Sudán del Sur a integrar a los cientos de miles de personas que han llegado”, dijo Verney.

ACNUR, junto con la Comisión de Sudán del Sur para Asuntos de Refugiados, dependiente del Ministerio del Interior, y otros socios, siguen apoyando a los recién llegados y a las comunidades locales que los reciben. Además de satisfacer las necesidades inmediatas de las personas, como el agua, el alojamiento y la atención médica, también están abogando por soluciones a largo plazo para los refugiados y los solicitantes de asilo, incluido el acceso a la documentación de identidad, las oportunidades de subsistencia y la inclusión en sistemas nacionales como la salud y la educación. También es fundamental un mayor apoyo internacional a las soluciones duraderas, como el reasentamiento.

Si bien la financiación para Sudán del Sur sigue siendo generosa, los recursos para satisfacer plenamente las necesidades de la población siguen siendo significativamente bajos. En octubre de 2024, las actividades de ACNUR en el país solo habían recibido el 47 % de los fondos.