Volver a casa en paz

En la foto, una familia desplazada por la violencia regresa a casa en la ciudad de Baliet, cerca de Malakal, en Sudán del Sur. Otras 270.200 personas volvieron a casa en este país el año pasado, lo que supone casi dos tercios de todos los retornos en 2021 en el mundo. Las personas refugiadas sursudanesas retornaron principalmente de Uganda (180.400), Sudán (44.200) y Etiopía (28.200).

Cuando una persona se ve obligada a huir para salvar su vida, su mayor anhelo es poder volver a casa algún día y reencontrarse con los suyos. Según encuestas de ACNUR sobre intención de retorno, entre un tercio y la mitad de las personas desplazadas a la fuerza han expresado su deseo de regresar a casa en el futuro.

La inseguridad y la falta de medios de vida siguen siendo algunos de los motivos que impiden a las personas volver a sus hogares. Sin no hay paz, las posibilidades de que las personas desplazadas vuelvan a casa son escasas.

Según la Agencia, si se lograra una paz duradera en algunos lugares clave, las cifras de personas refugiadas a nivel mundial podrían reducirse a la mitad, hasta los diez millones de hace dos décadas.

Desde 2010, la cifra de nuevos desplazados supera la de personas que acceden a soluciones duraderas, como el retorno, el reasentamiento o la integración local.

Estos dos hermanos y su familia regresaron a Costa de Marfil desde Liberia en 2021, donde han vivido durante años como refugiados. Forman parte de los miles de refugiados marfileños que han recibido ayuda de ACNUR para regresar voluntariamente a sus hogares desde diversos lugares de Liberia durante el año pasado. Como ellos, en Costa de Marfil regresaron a casa otras 22.500 personas durante 2021.

ACNUR trabaja para proteger y asistir a las personas refugiadas, pero el objetivo final es encontrar soluciones que les permitan reconstruir su vida con dignidad y seguridad, ya sea en sus lugares de origen o en otros países. El apoyo y la ayuda de millones de personas solidarias con los refugiados les permite reiniciar su vida y tener una segunda oportunidad.

ACNUR solo recomienda la repatriación voluntaria si se cumplen las condiciones de seguridad y de dignidad necesarias.

Cuando se dan las condiciones adecuadas, el retorno de las personas desplazadas internas a su lugar de origen se considera, en general, un resultado deseable porque les proporciona una solución a largo plazo.

Estos retornos, sin embargo, variaron considerablemente entre países. En Camerún, la República Democrática del Congo, Irak y Sudán del Sur, las cifras de personas desplazadas internas retornadas se redujeron considerablemente, mientras que, en Afganistán, la República Centroafricana, Etiopía, Myanmar, Nigeria y Somalia, más personas desplazadas internas pudieron volver a sus hogares.

En el caso de la emergencia de Afganistán, el aumento de los retornos de desplazados internos se atribuye a la considerable reducción de las hostilidades tras la toma del poder por parte de los talibanes.

En la foto, Sughra* está con sus hijas Zakia* y Kulsoom* en su casa de Bamiyán, en el centro de Afganistán. Cuando los talibanes tomaron el país, la familia huyó a las montañas, donde permanecieron durante 20 días. Sobrevivieron gracias a que otras personas compartieron la comida que tenían. A su regreso, Sughra recibió ayuda económica por parte de ACNUR. Esto le permitió comprar comida y combustible y preparar su casa para el invierno.

En la República Centroafricana, la recuperación de territorios que se encontraban bajo el poder de grupos armados no estatales permitió regresar a las personas desplazadas en otras zonas del país.

En Myanmar, muchos desplazados también pudieron volver a casa a medida que los conflictos perdían fuerza.

*Los nombres verdaderos han sido omitidos por motivos de protección.