Ayer, más de 4.400 refugiados sirios llegaron al campo y 2.000 más lo hicieron durante la noche. Y la mayoría son mujeres, niños refugiados y ancianos.
Los refugiados cuentan que han sufrido una violencia extrema, han perdido sus propiedades y que no tienen acceso a comida, combustible ni a atención sanitaria. La luz y el agua tienen cortes intermitentes durante todo el día en el sur de Siria.
ACNUR está trabajando con el gobierno de Jordania para preparar un segundo campo de refugiados cerca del de Zaatri (que ya acoge a 65.000 personas) que se llamará Halabat. ACNUR espera abrirlo a finales de este mes y tendrá capacidad para albergar a 30.000 personas.
Para hacer frente a la masiva llegada de refugiados, ACNUR ha reforzado sus equipos en Zaatri que están trabajando día y noche y está enviando miles de tiendas y útiles de primera necesidad para asistir a estas personas.
A parte de las personas que llegan a Zaatri y son registradas, en la capital de Jordania, Amman, los equipos de ACNUR registran hasta 1.400 personas al día. Se calcula que hasta 50.000 refugiados serán registrados en entornos urbanos hasta finales de febrero.
ACNUR ha ofrecido ayuda económica a 7.000 familias para pagar alojamiento, comprar comida y combustible así como productos de primera necesidad.
Hemos recibido un apoyo importante para esta emergencia pero miles de familias están llegando cada día y necesitamos más ayuda para asistir a los más vulnerables: mujeres y niños.