El grupo procedente de Eritrea y Somalia ha aterrizado en el Aeropuerto Internacional de Niamey, capital de Níger, esta misma noche tras ser evacuados de su país vecino donde múltiples casos de abusos y torturas en los centros de detención han sido reportados por ACNUR en los últimos meses.
De estos 74 refugiados catalogados por la Agencia de la ONU para los Refugiados como “vulnerables”, hay 51 niños, 22 mujeres y 1 hombre. Tras la evacuación en la noche del 14 al 15 de diciembre, las 74 personas se encuentran a salvo en Níger.
“Hace menos de 24 horas estaban detenidos en Libia, pero ahora pueden volver a tener esperanza”, ha dicho Vincent Cochelet, el Enviado Especial de ACNUR para la Emergencia del Mediterráneo Central.
“Esta evacuación no habría sido posible sin la ayuda de las autoridades y nuestros socios, incluyendo al MOAS, en Libia. También quiero premiar la extraordinaria solidaridad que ha demostrado la gente y el Gobierno de Níger”, ha añadido.
Con la ayuda de los socios de ACNUR en Níger, estos refugiados de nacionalidad eritrea y somalí han podido ser acomodados en casas de huéspedes en el aeropuerto. Los niños se quedarán en centros para menores donde se les facilita asistencia, ayuda psicosocial y actividades de recreo para que puedan superar el trauma de la experiencia vivida.
Allí serán identificadas cuál es la mejor solución para cada uno de los niños, mientras los adultos pasarán a los procesos habituales de ACNUR en vista a identificar posibilidades de reasentamiento en otros países u otras soluciones duraderas para ellos.
El grupo evacuado en la madrugada de ayer no es el primero en salir del país. El pasado mes de noviembre, un grupo de 25 refugiados vulnerables ya había sido trasladado a Níger desde donde está programado su traslado a Francia antes de Navidad.
Ante una situación en Libia que se deteriora cada día poniendo en riesgo las vidas de cientos de mujeres y niños refugiados en el país, ACNUR pide soluciones urgentes para 1.300 plazas de reasentamiento antes de marzo de 2018.
A día de hoy, miles de personas que han huido de guerras y conflictos viven detenidas en Libia y sufren abusos, torturas y violaciones en centros de detención no regulados. ACNUR sigue trabajando para protegerles, pero se necesita más ayuda de forma urgente.